Sociedad
Los ucranianos que viven en Castilla y León piden a España su apoyo frente a la invasión rusa
Más de cuatrocientas personas se manifiestan por las calles de Zamora para advertir de que esta agresión “no es sólo contra ellos, sino contra toda Europa y contra el mundo libre”
Los ucranianos que viven en Castilla y León -alrededor de 1.400- se están movilizando para ayudar a sus familiares que están padeciendo la invasión rusa, ya sea intentando traerles a la Comunidad, enviando ayuda humanitaria de todo tipo y saliendo a las calles para meter presión a la Comunidad internacional y a la Europa de la Unión principalmente para que no les abandonen y les ayuden a frenar al invasor ruso.
Es lo que ha ocurrido este sábado en la capital zamorana donde los integrantes de la comunidad ucraniana residente en las ciudades de Zamora y Salamanca se ha manifestado este sábado por las calles del centro de la ciudad de Zamora para reclamar apoyo de España a su pueblo frente a la invasión y la guerra con Rusia que sufre su país de origen.
La manifestación, que ha contado con más de un centenar de participantes, ha transcurrido entre la plaza de Alemania y la plaza Mayor de Zamora y en ella se han escuchado gritos de apoyo al pueblo ucraniano por parte de Europa y contra el Gobierno ruso de Vladímir Putin y su decisión de invadir Ucrania.
Olena Anichkina, representante de la comunidad ucraniana en la Región, advertía que Putin quiere “restaurar el imperio del mal” pero ese último “imperio del mal se está desmoronando”. Su hija mayor y su madre se encuentran en Kiev, que no pueden abandonar ahora, ya que el ejército ruso ha destruido las infraestructuras que tendrían que utilizar para salir de la ciudad.
“Es un horror. La gente tiene mucho miedo. El ejército ucraniano ha impedido a los rusos entrar en Kiev. Estamos luchando y tenemos esperanza de que esto termine”, señalaba visiblemente emocionada y asistida en la traducción por su compatriota Oksana Kharina, aunque se muestra optimista y orgullosa de su pueblo porque cree que estratégicamente Ucrania ya ha ganado el conflicto bélico “porque Putin esperaba encontrar flores para recibir los tanques rusos y lo que ha encontrado son cócteles molotov”.
‘¡Fuera Putin!’, ‘¡Ocupantes rusos, fuera de Ucrania’, ‘¡Putin, fuera de la tierra ucraniana!’, ‘No a la guerra’, ‘Apoya al ejército ucraniano’, ‘Vuelve con vida’ y ‘Rusia sin Putin. Libertad de Navalny’, en referencia al opositor ruso a Putin encarcelado, eran algunas de los gritos que se lanzaban en esta protesta, mientras sonaba el himno nacional de Ucrania, en una manifestación a la que se sumaban también muchos zamoranos y se veían también banderas de España en apoyo a Ucrania y contra Putin.
También recordaba que la guerra no viene de ayer ni de hace ocho años, cuando se produjo la invasión de Crimea, sino desde que dura la frontera entre Ucrania y Rusa y apuntaba que en los últimos ocho años han muerto “15.000 compatriotas ucranianos por defender la frontera”.
Olena lamentaba que todos los días mueren mujeres y niños“porque el objetivo de Putin es el genocidio del pueblo ucraniano” y, tras agradecer el apoyo de los asistentes, advertía también que la guerra que se vive en su país no es sólo contra ellos, sino contra toda Europa y “contra el mundo libre”.
”Si entregamos Ucrania a Putin perderemos el fiel defensor de los valores europeos, Ucrania es Europa”, decía, mientras llamaba a todos quienes tengan amigos o conocidos en Rusia a informarle de lo que ocurre y contarle “la verdad sobre la guerra” frente al “aislamiento informático” y las noticias sesgadas que se ofrecen en ese país.
Por su parte, Oksana Kharina, quien lleva en España desde 1994, cuando se trasladó con su marido, Viktor Kharin, a La Coruña, aunque, desde finales de 1999, residen en Zamora. aseguraba que conoció a Olona anteayer y etá muy agradecida por lo que está haciendo. “Mi familia está a salvo, de momento, en Lviv, donde todavía no han entrado las tropas rusas y no quieren venir todavía a España”, explicaba, mientras admite que desde que empezó todo esto tiene altibajos emocionales tremendos. “Apenas duermo y sufro por lo que veo en mi país”.
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