Deportes
El partido con más penaltis de la historia de la liga
El Real Valladolid visita hoy al Oviedo con el recuerdo de aquel histórico 3-8 de hace 26 años
Cualquier veterano aficionado del Real Valladolid sabría decir con certeza cuál es la mayor goleada que recuerde de su equipo. Pues hay que remontarse a hace 26 años, un 19 de mayo de 1996 cuando en el Estadio Tartiere se vieron las caras el Real Oviedo y el Real Valladolid. Los mismos protagonistas en el día de hoy, a partir de las 18:15 horas. Un partido histórico, que pasó a la historia no sólo del conjunto vallisoletano por la contundencia del resultado, un 3-8, sino también por convertirse en el partido de Liga de Primera división con mayor número de penaltis pitados. Un total de seis, y sin VAR.
Se disputaba la jornada 41 de la temporada 1995-1996. El conjunto entrenado por aquel entonces por Vicente Cantatore, en su segunda etapa vallisoletana, necesitaba ganar como el comer para depender de sí en la última jornada y evitar de esta manera el descenso a Segunda división. Llegaba fuera de los dos últimos puestos, aunque empatado con los dos que estaban en promoción, Rayo Vallecano y Albacete. En esa Liga bajaban dos equipos directos y promocionaba un tercero y el Valladolid se encontraba en dicha situación.
Era una situación dramática, aunque el Real Valladolid venía “embalado”, ya que Cantatore había cogido al equipo a más de nueve puntos de la salvación 18 jornadas antes, y tenía más que serias opciones de permanecer un año más en Primera división.
La alineación dispuesta para aquel partido clave por el técnico chileno era la conformada por César Sánchez, Torres Gómez, Peña, Iván Campo, Santamaría. Antía, Juan Carlos, Fernando, Quevedo, Peternac y Raúl Ibáñez. En el cuadro carbayón, dirigido por entonces por Brzic se hallaban Mora, Armando, Onopko, Jerkan, César, Suárez, Manel, Berto, Carlos, Christiansen y Dubovsky.
Y fue una salida masiva de aficionados del Real Valladolid que quisieron arropar a los suyos en aquel trascendental choque. Más de 2.000 aficionados se dieron cita en las gradas del Tartiere.
Y comenzaba al encuentro dirigido por un calamitoso árbitro, Japón Sevilla y que pitaba un penalti inexistente a favor del equipo local cuando sólo habían transcurrido seis minutos. Christiansen no erraba en la oportunidad de poner por delante a los suyos, pero veinte minutos después Alen Peternac, el gran héroe de la jornada, ponía las tablas en el marcador tras señalar el trencilla una nueva pena máxima. Esta vez bastante clara. Pero otro penalti que sólo existió en la mente de Japón Sevilla propiciaba el segundo tanto de Christiansen ante la algarabía de la grada local. Con 2-1 se llegaba al descanso no sin antes se anulara un tanto legal a Raúl Ibáñez.
Faltaba una segunda parte, Histórica, ya que en 45 minutos el conjunto pucelano haría la friolera de siete goles. Peternac volvía a poner las tablas y Quevedo ponía por delante a los de Cantatore en el 59. Peternac lograba el 2-4 en un nuevo penalti.
Pero ahí no acababa la fiesta. El delantero croata, enrachado marcaba los dos siguientes para firmar una manita histórica. 2-6 en el marcador y todavía faltaban cinco minutos. Y los goles siguieron llegando, primero Carlos para acortar diferencias y Quevedo sellaba “media permanencia” con otros dos tantos, el último con una bella vaselina.
La locura se adueñó de los aficionados vallisoletanos, que se echaron al césped para felicitar a los jugadores y para llevarse también un trozo del césped donde habían vivido aquella gesta inolvidable. El Real Valladolid mantenía de esta manera la permanencia y además forjaba con la hinchada ovetense una hermandad que se ha mantenido hasta la fecha, a pesar de que se han visto las caras en contadas ocasiones desde entonces.
Hoy será una de ellas. Y con dos equipos en situaciones diferentes. Los de Pucela luchando por una de las dos plazas directas que llevan a Primera división y el Oviedo pugnando por entrar en las plazas que llevan al play-off. ¿Habrá otro 3-8 en el día de hoy?
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