Este 23 abril se celebra el Día de Castilla y León, con una fiesta en la campa de la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, donde se recuerda la derrota de los comuneros, Bravo, Padilla y Maldonado en la Guerra de las Comunidades a manos de las tropas imperiales de Carlos V. Pero este sábado es también el Día Internacional del Libro, que se celebra cada año con el ánimo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.

Una jornada importante para un sector como es el de los libreros, que no pasan por su mejor momento, ya que la edición de libros ha disminuido en todos los gremios regionales de España y también en Castilla y León, donde lo ha hecho en un 9,7 por ciento, según datos facilitados por el Gremio de Editores de la Comunidad.

Además, las ventas de libros de la Editoriales de Castilla y León han sufrido un descenso del 0,1 por ciento, mientras que en el 2020 se ha registrado un descenso en la facturación de las editoriales de la Comunidad, debido sobre todo a la disminución de la edición y de los títulos vivos.

Entre las causas, se apunta a la crisis sanitaria del coronavirus ha afectado de manera muy negativa a sector. Además, esta disminución ha afectado igualmente al empleo, que ha caído de forma significativa en 2021.

Sin embargo, y pese a estas cifras que no invitan al optimismo, la facturación de las editoriales de la Comunidad se han incrementado en los dos últimos años. Concretamente, 410.500,00 euros en el 2019 y 514.000,00 en el 2021.

“Los Editores de Castilla y León están haciendo verdaderos esfuerzos tanto para mantenerse como para abrirse paso en nuevos mercados”, destacan desde este gremio, fundado hace 27 años y que agrupa en la actualidad a veintitrés empresas de la Comunidad.

Estas editoriales publican libros de los temas más diversos, tales como literatura, guías divulgativas, libro religioso, universitario, derecho, arte o historia, entre otros.