Sociedad
El magistrado González Clavijo, estable tras sufrir un paro cardíaco después de recibir un homenaje
El ex presidente de la Audiencia de Salamanca se encontró indispuesto después de recibir la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort
El expresidente de la Audiencia de Salamanca y magistrado de la Audiencia Nacional, José Ramón González Clavijo, ha sufrido un paro cardíaco tras recibir este viernes en la capital salmantina la medalla de San Raimundo de Peñafort, aunque en estos momentos se encuentra estable, según informa Efe.
Al parecer, González Clavijo se ha sentido indispuesto una vez que concluyó el acto institucional, que ha estado presidido por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción.
Tras dar aviso a los servicios sanitarios, se ha atendido al que fuera presidente de la Audiencia Provincial de Salamanca y ha sido trasladado al Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, donde se ha confirmado que había sufrido un paro cardíaco.
Sin embargo, las mismas fuentes han señalado que los servicios sanitarios han controlado la situación y en estos momentos José Ramón González Clavijo se encuentra estable.
El magistrado había sido distinguido esta mañana de viernes con la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort durante un acto institucional celebrado en el Palacio de Justicia de Salamanca, con la presencia de distintas autoridades judiciales, que sirvió para imponer la enseña al que fuera presidente de la Audiencia Provincial y actual miembro de la Sala de lo Penal de la Audiencia Naciona, “por su amplio bagaje en las más diversas jurisdicciones y, todos ellas, con gran conocimiento”, según la laudatio leída.
El propio González Clavijo tomó la palabra a continuación para agradecer el reconocimiento a sus méritos, dentro de una tarea “compleja”, pero que le sigue “apasionando”. Par concluir, el magistrado salmantino citó al jurisconsulto romano Celso, quien aseguró que el derecho es “el arte de lo bueno y de lo justo”. Por lo tanto, continuó, “debe haber habilidad y talento en el jurista, que debe percibir las necesidades de la justicia del mismo modo que el artista percibe las necesidades de belleza y armonía, a veces con fina intuición”, empeño en que aseguró continuar para honrar así la distinción.
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