Investigación

Advierten de los dilemas éticos que plantean la irrupción de nuevas tecnologías en la medicina actual

La profesora de la ULE Marina Morla-González, doctora por la Universidad de León habla en una tesis de tensiones con otros valores como la beneficencia, la justicia y la privacidad

Operación con el Robot Quirúrgico Da Vinci en el Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón
Operación con el Robot Quirúrgico Da VinciM. G.

La profesora Marina Morla-González, doctora por la Universidad de León (ULe) con la tesis 'El derecho de la libertad de conciencia ante el empleo de terapias digitales para el cuidado de la salud' (2023), ha publicado recientemente una editorial en la revista 'Bioethics' en la que analiza los desafíos éticos que plantea la irrupción de nuevas tecnologías en la medicina contemporánea.

Bajo el título 'Patient autonomy and new technological advances in medicine', el texto propone una reflexión profunda sobre cómo preservar la autonomía del paciente en un contexto de creciente digitalización y automatización de la atención sanitaria.

Morla-González advierte que, aunque la autonomía del paciente es un principio fundamental de la ética médica, los avances tecnológicos —desde la inteligencia artificial hasta la robótica quirúrgica, la medicina digital y las biotecnologías reproductivas— están generando tensiones con otros valores como la beneficencia, la justicia y la privacidad.

Uno de los casos más controvertidos que aborda la editorial es el de los robots neuroquirúrgicos autónomos (ANRs), que prometen mayor precisión y menos complicaciones, pero también suscitan inquietudes sobre la pérdida de habilidades humanas, la incertidumbre legal y los riesgos imprevistos para los pacientes. La autora plantea la necesidad de garantizar transparencia y responsabilidad en su uso.

También se analiza el papel creciente de la inteligencia artificial en el diagnóstico y tratamiento médico. Aunque estas herramientas pueden mejorar la eficiencia clínica, Morla-González alerta sobre los sesgos algorítmicos que podrían generar desigualdades en el acceso a la salud. En este sentido, cuestiona si el marco regulatorio europeo actual es suficiente para evitar resultados discriminatorios.

Otro ámbito de preocupación es el de la medicación digital y las aplicaciones móviles de salud. Si bien estas tecnologías ofrecen a los pacientes mayor control sobre sus tratamientos, también pueden comprometer la privacidad, la seguridad de los datos y la relación médico-paciente. La editorial subraya el riesgo de que se imponga un modelo paternalista disfrazado de empoderamiento.

En el cuidado de personas mayores, el uso de robots asistenciales como ROB-IN plantea dilemas sobre la dignidad, la autonomía y el riesgo de edadismo. Morla-González defiende un equilibrio entre el apoyo tecnológico y el respeto a la independencia de los mayores.

La editorial también aborda la autonomía reproductiva, especialmente en mujeres con discapacidad, en relación con tecnologías reprogenéticas y píldoras digitales anticonceptivas. Aunque estas herramientas pueden ampliar la libertad de elección, también pueden ser objeto de coerción o mal uso, por lo que se requiere una evaluación ética rigurosa.

Otros temas tratados incluyen la protección de datos médicos en el ámbito laboral, la transformación digital de los sistemas sanitarios y los conflictos éticos en intervenciones médicas forzadas, como la terapia electroconvulsiva en situaciones de emergencia.

Morla-González concluye que los avances tecnológicos en medicina deben ser acompañados por un enfoque ético multidisciplinar que integre derecho, política sanitaria y participación ciudadana. "Solo así podremos construir un futuro médico más justo, transparente y centrado en el paciente", afirma