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Economía

Castilla y León posiciona a la automoción frente a la crisis arancelaria

Junta y las principales empresas automovilísticas de la comunidad firman un acuerdo estratégico para impulsar la competitividad, la innovación y el empleo en el sector

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, firma el Protocolo General de Actuación con la presidenta de la Asociación Foro de Automoción de Castilla y León, Clúster FACYL, María Paz Robina Miriam ChacónIcal

La automoción es la industria que más tira del carro de la economía en Castilla y León, ya que representa el 25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) indusrtrial de la comunidad, además de impulsar el 50 por ciento de las exportaciones, con un aumento del 15 por ciento interanual y una contribución importante en la reducción del paro durante el pasado mes de mayo y con respecto al mismo mes del pasado año.

Un sector potente en Castilla y León pero que vive con incertidumbre la situación geopolítica actual en el mundo así como la crisis arancelaria impulsada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que está poniendo en jaque y en guardia a todos los países.

Frente a ello, el Gobierno que preside Mañueco en Castilla y León ha firmado este miércoles un protocolo general de actuación con las principales empresas de la automoción integradas en el Clúster FACYL que, entre otras cosas, permitirá llevar a la práctica el Plan Estratégico del sector hasta 2028, aunque el convenio incluye la posibilidad prorrogarlo dos años más, así como plantar cara y sortear los problemas derivados de la subida de los aranceles.

Un acuerdo, que incluye una aportación de 900.000 euros del Gobierno autonómico para ejecutar el plan, con el que la Junta y la automoción refuerzan su alianza y hacen más piña si cabe, en su afán por reforzar la competitividad, la innovación y la capacidad exportadora del sector, así como por impulsar el empleo y la formación del talento necesario para abordar los retos de la movilidad sostenible. Asimismo, el protocolo pretende reforzar el liderazgo de Castilla y León en Europa en materia industrial.

"Debe servir para afrontar una mejora de la competitividad en los próximos años, con la necesidad de abrirse al exterior en un momento en el que las tensiones proteccionistas cada vez ponen más límites al comercio internacional", destacaba Mañueco en alusión la situación generada por los aranceles de Trump.

Durante su intervención, el presidente de la Junta hacía referencia también a la buena marcha del empleo en la comunidad, destacando lo mucho que tiene que ver en ello la automoción, y recordaba que nunca ha habido tantas personas trabajando en Castilla y León en un mes de mayo. Además, reconocía la labor que realizan trabajadores y empresas y ponía en valor la importancia de garantizar la competitividad y el mejor futuro del sector del automóvil "ya que forma parte de la propia esencia de la comunidad" y acapara más de la mitad de las ventas al exterior que en 2024 batieron un nuevo récord histórico.

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo autonómico reafirmaba el compromiso de la Junta con el sector de la automoción a la hora de facilitar el acceso a la financiación, respaldar la competitividad y abrir nuevos mercados, en particular en este momento de proteccionismo comercial. "La automoción ha sido vital para el crecimiento de la economía y la industria de Castilla y León, situando a la Comunidad entre las líderes nacionales en cifras de negocio y creación de empleo", destacaba.

Finalmente, insistía en la necesidad de trabajar de la mano del sector para afrontar la transición hacia la nueva movilidad, así como en defensa de una transición justa "que garantice la competitividad y el empleo". Al respecto, Mañueco volvía a exigir al Gobierno de España y a la Unión Europea que apoyen esta idea.

María Paz Robina, directora general de Michelin España y presidenta de la Asociación Foro de Automoción de Castilla y León -Clúster FACYL-, advertía de los grandes retos y desafíos a los que se enfrenta el sector en estos momentos "nunca antes conocidos", si bien aseguraba también que este hecho abre igualmente un tiempo de "grandes oportunidades" que hay que saber aprovechar.

El plan estratégico tiene a la competitividad, la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental, la captación y retención del talento y la visibilización del sector como ejes principales.

Por ello, tanto Mañueco como Robina hacían especial hincapié en la necesidad de "reforzar" la capacidad competitiva de estas empresas, anticiparse a los cambios del mercado con avances en I+D+i, así como mantener un compromiso con la protección del medio ambiente, considerar la gestión del talento como clave de la transformación y conseguir que Castilla y León y su industria sea vista en el extranjero como lugar propicio para invertir.

Además, la directiva de Michelin apelaba también a la colaboración entre las empresas y las administraciones "porque cuando trabajamos juntos -decía- multiplicamos capacidades y llegamos a soluciones más eficaces".

Mediante este acuerdo, ambas partes comparten una serie de objetivos clave: dotar al sector de competitividad para que Castilla y León sea territorio líder de desarrollo del sector industrial y tecnológico más importante de la UE; seguir siendo receptor de inversiones del sector; impulsar las exportaciones del sector y el empleo; reforzar las habilidades necesarias del talento castellano y leonés para adaptarse a los retos de la automoción y movilidad; desarrollar conjuntamente una imagen de territorio que impulse a Castilla y León como referencia internacional para la industria de la automoción y movilidad; potenciar la adaptación a las nuevas tecnologías que se van a convertir en vectores fundamentales de la transición del sector en el futuro; e identificar el desarrollo de infraestructuras que deben adaptarse al sector como ejes fundamentales de la industria de la automoción y movilidad en su transición, entre otros.

El protocolo entrará en vigor mañana jueves y tendrá una duración hasta diciembre de 2028; además, podrá ser prorrogado de mutuo acuerdo por un máximo de dos años adicionales.

También incluye la creación de una comisión de seguimiento formada por dos representantes de cada parte, presidida por la Junta de Castilla y León, y con la secretaría a cargo de FACYL. El protocolo podrá ser desarrollado mediante convenios de colaboración futuros en los que se detallen los compromisos y financiación.

Mañueco aseguraba asimismo que este acuerdo representa un "paso significativo" para fortalecer la industria de la automoción en Castilla y León y asegurar su adaptación a los desafíos tecnológicos y de mercado.