Arqueología
Descubren un mausoleo tardoantiguo de influencia norteafricana en el yacimiento de Las Calaveras de Renedo de Esgueva
Los arqueólogos evidencian la existencia de un sepulcro monumental junto a una basílica paleocristiana
Arqueólogos de las universidades de Burgos y Santiago de Compostela evidencian la existencia de un sepulcro monumental en un paraje de Renedo de Esgueva, en Valladolid, junto a una basílica paleocristiana contrabsidiada, una de las más septentrionales de la Península en su tipología.
“Tenemos evidencias de que se trata de un mausoleo con claras influencias norteafricanas, algo muy significativo, con paralelos como el Martyrium de Cincari, en Argelia”, explica Santiago Sánchez de la Parra, codirector de la excavación junto con Sonia Díaz Navarro, en declaraciones a Ical.
Ambos investigadores dirigen desde 2024 un proyecto plurianual en Las Calaveras, un paraje agrícola que oculta bajo el cereal estructuras monumentales de época tardoantigua y otros vestigios que abarcan cerca de 15 hectáreas.
La iniciativa, en la que participan una quincena de estudiantes de la UVa, cuenta con financiación de la Diputación provincial y con el apoyo del Ayuntamiento de Renedo de Esgueva y del Instituto de Promoción Cultural Arcadia.
Tras 16 días de campaña, el yacimiento muestra ya algunos de sus secretos, como algunos de los restos humanos, que tienen alrededor de 1.500 años de vida. “Este mausoleo no estuvo construido más de cien años. Luego, o bien porque colapsó o porque querían su material, se utilizó para otros fines. En él hay muchos cuerpos enterrados. El edificio mide 13 x 13 metros y originalmente alcanzaría los 10-15 metros de altura”, apunta a Ical Sánchez de la Parra, quien sitúa los siguientes retos en la existencia, junto a este sepulcro suntuoso, de una basílica paleocristiana, la más septentrional de la Península en su morfología, de planta rectangular y con dos ábsides contrapuestos. Hay otra más al norte, la de Marialba de la Ribera, en León, pero con un ábside.
El mausoleo, en el que se ha trabajado desde el 20 de agosto, ha mostrado materiales de cal y piedra, en el que se visualiza una planta de cruz griega. En origen, el edificio se cubría con un complejo sistema de bóvedas y semicúpulas que apoyaban sobre sus muros internos. Su decoración incluía mosaicos, mármoles polícromos y estucos pintados, lo que confirma el carácter suntuoso del monumento.
Sin embargo, el mausoleo fue abandonado relativamente pronto, hacia el siglo V, y posteriormente reutilizado. “Alrededor de un siglo después de su construcción comenzó a servir como cantera de materiales, pero también como espacio funerario. Se han documentado tumbas tanto en su interior como en el exterior, construidas con los restos de la propia edificación”, señala Sánchez de la Parra. Algunas sepulturas contienen elementos reaprovechados como teselas, y en el interior se han hallado también grandes hoyos colmatados por los restos de banquetes.
La basílica: una vida larga
Si el mausoleo tuvo una vida corta, de alrededor de cien años, no así la basílica, que fue un edificio de “larga duración”. Los indicios apuntan a un inmueble cristiano: la orientación este-oeste de las tumbas asociadas, la ausencia casi total de ajuar y hallazgos de simbología cristiana en el entorno, así lo podrían constatar. Según las hipótesis de los arqueólogos, podría estar vinculado al culto a San Cipriano, obispo de Cartago y mártir de gran prestigio en el cristianismo primitivo, aunque esta interpretación debe confirmarse con nuevas evidencias.
La tradición medieval también recuerda una iglesia de San Cipriano en Renedo, mencionada en un documento del siglo XII por Doña Sancha, hermana de Alfonso VII, que vinculó su potestad a Valladolid. La coincidencia de advocación y la toponimia local –con un paraje cercano denominado precisamente Doña Sancha– refuerzan la importancia memorial de este enclave.
Santiago Sánchez de la Parra conversa durante un pequeño descanso con Sonia Díaz. Y coinciden en que este descubrimiento podría ser un impulso para la comarca y para la localidad de Renedo de Esgueva: “Estamos ante un yacimiento que despierta un gran interés, algo que se refleja en las visitas diarias, en la respuesta a las jornadas de puertas abiertas y en el respaldo institucional que recibe el proyecto”, subraya Sánchez de la Parra.