España también tiene su Orient Express: El viaje de lujo que no te puedes perder en tren

Seguro que todo el mundo alguna vez ha oído hablar del Orient Express. Aquel tren de lujo, conocido por sus rutas históricas y su glamour que conectaba las ciudades de París y Estambul, pero que pasaba por otras como por ejemplo Venecia. Además, un tren que quedó inmortalizado gracias a una novela de intriga de la gran Agatha Christie.

Un tren que se caracterizaba por sus interiores lujosos, con estilo Art-Decó, con detalles de madera pulida, vajilla y cristalería para complementar la experiencia del viaje y con una gastronomía excepcional. Pero en el año 2009 dejó de funcionar aunque se ha retomado con el Venice Simplon-Orient Express de Belmond, aunque la denominación de "Orient Express" nos hace retroceder a unos viajes únicos y de lujo por Europa.

Y en España también se cuenta con su propio "Orient Express". Una experiencia única de tres días que permite viajar en el tiempo y descubrir la belleza del Norte de España. Y todo ello a bordo de "El Expreso de la Robla", donde los clientes podrán descubrir los paisajes más espectaculares de Vizcaya y del norte de Castilla y León, donde no faltan paradas, excursiones, una gastronomía única así como distintas actividades que se realizarán a bordo del tren.

El interior del tren cuenta con una decoración clásica que te lleva a otros tiempos, con confortables habitaciones y coches salones, y todo ello conectado facilitando el libre tránsito de los viajeros. Unas habitaciones que cuentan con cuarto de balo propio, con ducha y lavabo. Además también se puede disfrutar de los amplios ventanales que hay en los tres coches salones, para disfrutar del paisaje que el tren va dejando atrás. Y la conexión a internet tampoco falta, por supuesto.

El recorrido se puede hacer desde Bilbao a León y viceversa, con cuatro viajes a lo largo del año. En la primera de las jornadas el Expresso pone rumbo a Espinosa de los Monteros. Allí se hace una parada para acercarse a visitar la ciudad de Frías, la ciudad más pequeña de España, así como las cascadas de Tobera. Y se hace noche en Espinosa, una de las más elegantes villas de Las Merindades burgalesas.

El segundo día el tren se adentra en los paisajes del Camino de Santiago Francés y del Románico Palentino, visitando dos de las localidades con más patrimonio de la provincia como son Carrión de los Condes y Frómista, pero también habrá una parada para visitar el Canal de Castilla. Por la tarde tiempo para visitar la Villa Romana de la Olmeda, y el tren parará en Cistierna para hacer noche.

Y ya, la última jornada, el tren traslada hasta San Feliz para la última parada en León, donde hay una visita a su casco histórico, San Isidoro y la catedral. Y la noche se pasará en el Hotel Real Colegiata de San Isidoro.

Y si se hace el recorrido al revés, el primer día se conocerá más en profundidad la provincia de León, para conocer las Hoces de Vegacervera y las cuevas de Valporquero. El segundo día vuelta a la provincia palentina con la visita a los mismos lugares del viaje de ida y el último día se visitará Bilbao y el Museo Guggenheim.

Una experiencia única de la que disfrutar a bordo de un tren también único.