Liderazgo

El éxito del informe PISA en Castilla y León: tomarse en serio la educación y sin trampas

Detrás de los resultados históricos de la Comunidad se encuentra una clara apuesta por el mérito y el esfuerzo, por la equidad y el equilibrio entre innovación y tradición

La consejera de Educación, Rocío Lucas, visita un colegio en Valladolid
La consejera de Educación, Rocío Lucas, visita un colegio en ValladolidMiriam ChacónAgencia ICAL

Esta semana que termina Castilla y León ha recibido una de las mejores noticias, por no decir la mejor, que una comunidad puede recibir: el reconocimiento mundial a su sistema educativo.

El informe PISA, que evalúa el rendimiento académico de los alumnos de 15 años de 80 países de la Unión Europea y la OCDE al final de su etapa obligatoria en materias, no ha sido especialmente benigno con España, y especialmente con las regiones que apostaron por la inmersión lingüística como Cataluña y País Vasco, pero sí que destaca a Castilla y León, que si fuera un país, estaría entre los cinco mejores en las áreas analizadas, Lengua, Matemáticas y Ciencias, materias en las que los estudiantes de la Comunidad han sacado las mejores puntuaciones de toda España -en un hecho histórico ya que nunca antes había ocurrido-, y puede mirar de tú a tú a países comoFinlandia y Japón, considerados desde hace muchos años como el paradigma de la educación en el mundo.

¿Y cual es el secreto del éxito?

Lo dejaba claro esta semana la consejera de Educación, Rocío Lucas, al conocer los datos del informe: tomarse la educación en serio y que esta sea de verdad, sin trampas, sin regalar títulos a nadie ni empobrecer el currículo académico de los estudiantes.

En este sentido, cabe señalar que la Comunidad ha complementado el currículo de la Lomloe con el 40 por ciento de sus competencias que permite la norma, primero para dar seguridad jurídica a los centros, y después para enseñar a los alumnos lo que en otras partes no se hace y que en Castilla y León se considera fundamental en el aprendizaje.

«Nosotros enseñamos la historia de España, la literatura clásica, la igualdad, el patrimonio artístico y natural, la Constitución, el Estatuto de Autonomía, la Unión Europea o la Transición», decía al respecto el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, para quien en esta tierra se enseña más y mejor que en otros territorios y se apuesta por el mérito, la capacidad y el esfuerzo.

Otra de las características del sistema educativo es la equidad y el adaptarse a las capacidades de cada alumnos. También la apuesta por la educación rural, al mantener abiertas escuelas o aulas en pequeños pueblos con tan solo tres alumnos y la libertad de elección de centros.

Castilla y León, además, fortalece cada año la formación continua de los profesores, así como las clases de refuerzo para los alumnos con más problemas, y mantiene un equilibrio entre la innovación y la tradición. O lo que es lo mismo, entre la enseñanza con el libro en papel y la digitalización, que en los últimos tiempos está teniendo más detractores que adeptos.

Pero, como apunta la consejera, nada se habría conseguido sin la implicación de toda la comunidad educativa, con especial hincapié en las familias, muy comprometidas en la educación de sus hijos.

Castilla y León, modelo a seguir en España

Para Rocío Lucas, el informe PISA ha supuesto una enorme alegría, pero también un tremendo orgullo. Si bien, deja clara la ambición existente en esta tierra, siempre en la búsqueda de la excelencia en todos los ámbitos, pero muy especialmente en la Educación, por lo que supone para el avance social de la misma.

«No nos conformamos», asegura la consejera, quien considera que el Gobierno debe meditar en profundidad sobre la debacle de la educación en España en su conjunto, y ofrece el modelo de Castilla y León como ejemplo a seguir.