Un exposición ofrece en Segovia un recorrido didáctico por el patrimonio musical entre los siglos XIII y XVII

La Alhóndiga de Segovia, edificio histórico del siglo XVI, acoge la exposición ‘Las edades de la música’, de la colección de Emilio Villalba y Sara Marina, impulsores de la Fundación ‘Instrumentos musicales con historia’ y primeros protagonistas de la edición 48 del Festival de Música de Segovia, Museg. En la inauguración de la muestra, ofrecieron un pequeño concierto con tres de estas piezas que abarcan un recorrido por el patrimonio musical entre los siglos XIII y XVII.

Desde la Edad Media hasta el Barroco, hubo una gran evolución en los instrumentos utilizados para expresar el lenguaje más universal que existe, el musical, tal y como recordó Emilio Villalba. La muestra permite al espectadores conocer cómo es la construcción de instrumentos y su aportación al arte. Como gracias a las pinturas y dibujos, se han podido reconstruir instrumentos desaparecidos, así como estudiarles y darles voz.

Una evolución histórica desde el mundo del Al-Ándalus, a la figura clave y fundamental de Alfonso X el Sabio, la llegada del Renacimiento, periodo desde el cual España entró “en la vanguardia de la música”, así como el Humanismo. “La ciencia”, sostuvo Emilio Villalba, puso su conocimiento al servicio de los músicos, creando máquinas con mecanismo complejos, como el que sonó en La Alhóndiga, con cerca de 160 piezas de madera ensambladas y talladas, en otras palabras, una auténtica obra de arte.

La última parte de la exposición recuerda “los afectos humanos, la música como terapia para mover el interior, provocar sensaciones inmortales y comunes a todos los seres humanos”. A cada paso de la muestra se puede descubrir las historias de estos instrumentos, como al zanfona, con la existencia de escuelas donde se enseñaba a los ciegos ciegos medicantes para que se ganaran la vida. Sonidos que llevan a la España rural, hasta bien entrado el siglo XX.

El instrumentista e investigador resaltó que cuenta con un complejo mecanismos que lo hace “algo dificultoso” y que casi pasara al olvido pero se está recuperando y rescontruyendo para escuchar estas música popular, que es “donde nace la cultura, todos venimos de la cultura tradicional popular”.

Hasta el 13 de agosto, en el marco de Museg 2023, estará a disposición de segovianos y visitantes, en La Alhóndiga, esta exposición con zanfonas, vihuelas de arco, guitarras medievales, salterios, arpas o panderetas son algunas de las piezas que se pueden ver en este espacio, todas ellas reconstrucciones basadas en documentos manuscritos y pinturas y parte de la colección de la Fundación “Instrumentos musicales con historia”.

La exposición incluye visitas guiadas en las que se explica no sólo cómo eran los instrumentos o anécdotas sobre la música, sino que, además, se podrán escuchar el sonido de los propios instrumentos gracias a los micro-conciertos que ofrecerán Sara Marina y Emilio Villalba, proponiéndonos un interesante recorrido visual y sonoro a través de las edades de la música. Las visitas guiadas tendrán lugar los días 6, 12 y 13 de agosto, a las 12.00 horas.

Además, el 5 de agosto, en Museg al Natural, en la Ermita de San Miguel de Sacramenia, los instrumentistas ofrecerán la versión familiar de su proyecto de la Fundación ‘Instrumentos musicales con historia’, con el título ‘La pequeña juglaresa’, una aventura musical por la Edad Media para todos los públicos. El concierto será a las 20.00 horas.

La exposición fue inaugurada por el alcalde de Segovia, José Mazarías, que estuvo acompañado por el concejal de Cultura, Juan Carlos Monroy, y otros miembros del equipo de Gobierno, como May Escobar y Sergio Calleja. También acudió la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Segovia, Clara Martín. Un primer acto para abrir las puertas del festival, organizado por la Fundación don Juan de Borbón, que coordina Noelia Gómez.

Museg 2023 incluye cerca de 30 actuaciones, con la presencia en Segovia capital y provincia, gracias a la colaboración de la Diputación, de grandes figuras de la música clásica, la danza, el flamenco o el jazz, así como de jóvenes talentos. “Espacios mágicos y llenos de historia que se convierten en inspiradores escenarios para disfrutar de las mejores veladas veraniegas”, resumió José Mazarías