Judías y libros para el Rey en su visita a Gredos

El rey Felipe VI realizó hoy su primera visita a la provincia de Ávila fuera de la capital. Fue en Gredos, en el refugio El Mellizo, en Navacepeda de Tormes, donde conoció algunas de las labores del Seprona de la Guardia Civil, como la lucha contra el furtivismo, el maltrato animal, los incendios o la contaminación.

Vestido con el uniforme de campaña del Ejército de Tierra, llegó poco después de las once de la mañana y saludó a las autoridades, entre ellas el ministro del Interior o el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Sus especialistas han explicado al rey las técnicas de investigación de unos delitos, los medioambientales, que, según ha indicado a los periodistas el coronel Julio Serrano, segundo jefe de esa unidad, se han convertido ya en el tercer delito que genera más beneficios a las organizaciones criminales tras al tráfico de drogas y las falsificaciones.

Al Rey le han interesado mucho esas investigaciones y, de hecho, la visita ha durado más de lo previsto por las preguntas que el monarca ha hecho a los investigadores, interesándose tanto por la suficiencia de los medios de los que disponen, por sus características técnicas y por los delitos que más afectan a nuestro país.

De este modo, ha podido escuchar de uno de los agentes que solo una batería de móvil puede contaminar 600.000 litros de agua, o ver en maqueta cómo se investiga un incendio forestal.

Una lucha estrechamente relacionada con dos grandes problemas de España, como ha dicho el coronel: el agua -por su escasez- y el fuego -por lo que supone de pérdida de masa forestal-.

Y ha podido ver las nuevas motos de los agentes, ya eléctricas pero que aún no han sustituido a la totalidad de las actuales. Los agentes del Seprona de Ávila se las enseñado y a sus preguntas, le han dicho que están adaptadas para condiciones adversas, si bien tiene 80 kilómetros de autonomía y puede haber dificultades para recargarlas.

Al final de su visita, el rey ha firmado en el libro de honor del Seprona, donde ha dejado plasmada su satisfacción por haber tenido la oportunidad de conocer de cerca las capacidades de esta unidad.

Los únicos que se saltaron el protocolo fueron unos 70 niños de colegios de Hoyos del Espino y El Barco de Ávila que acudieron de visita y le regalaron judías y dos libros y le pidieron autógrafos, además de corear "que viva el rey de España".