La lanzadera de ‘startups’ de la Junta impulsa la creación de 175 empresas en Castilla y León

Desde la puesta en marcha de la aceleradora de ‘startups’ por parte del Instituto para la Competitividad Empresaria hace once años, se ha trabajado en 218 proyectos de los que 175 se han convertido en empresas, en las que están trabajando 777 empleados. Además, en este periodo la inversión ha superado los 68 millones de euros.

Así lo ha puesto de manifiesto este jueves el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina, durante la clausura del Premio 'Emprende XXI de Castilla y León', organizado por CaixaBank y Enisa, que este año ha recaído en la empresa palentina Rooteco, entre un total de 32 iniciativas presentadas.

Durante su intervención, Martín Tobalina destacaba el trabajo que ahora se realiza a través de la aceleradora Wolaria, desde la captación, la tutorización, la financiación y la puesta a disposición de infraestructuras para proyecto de emprendimientos, y avanzaba que se mejorará en el futuro con el objetivo de ampliar la base emprendedora de Castilla y León.

De la misma forma, apuntaba que la Consejería de Economía y Hacienda que dirige Carlos Fernández Carriedo pondrá en marcha el sello ‘Castilla y León Emprende’, un reconocimiento a instituciones públicas y privadas y a administraciones que apuesten por el emprendimiento, y con el que se quiere coordinar el esfuerzo de todas las entidades en este apartado.

"No queremos desperdiciar ni una sola micra de talento en Castilla y León”, decía el viceconsejero, a la vez que afirmaba que la idea es que todos los emprendedores tengan las mismas oportunidades independientemente del lugar donde decidan instalar su negocio.

Finalmente, Tobalina ponía en valor la determinación, la valentía y la generosidad forman parte del ADN de los emprendedores de esta Comunidad, junto con una pequeña dosis de “imprudencia”, y señalaba que la labor de las administraciones ha de ser la de dar respuesta al talento y a la pasión y, en la medida de lo posible, a generar un ecosistema que permita a los emprendedores seguir adelante con sus proyectos. Y, en este sentido, defendía los márgenes empresariales, “ya que detrás de ellos suele haber inversión y empleo”.