La macrofiesta universitaria que "lo petará" este sábado en un pequeño pueblo de Burgos

La pequeña localidad burgalesa de Serracín, de apenas 270 vecinos, está expectante ante el intenso fin de semana que tienen por delante. Y es que este municipio del alfoz de Burgos, se encuentra situado a diez kilómetros de la capital burgalesa, celebra una macrofiesta universitaria con Djs, barra y foodtruck, que se celebrará en un recinto privado del pueblo , que ha dado el visto bueno a un evento que busca convertir Burgos en “la capital de la fiesta universitaria”.

Serán más de cuatro mil los jóvenes que se darán cita en este evento, según apuntan desde el Consistorio, cuyo alcalde, José Luis González, destaca la importancia y repercusión que tendrá para el pueblo esta actividad. Además, pone en valor el trabajo de los “profesionales” que se están encargando de todo y señala que el evento cuenta con todos los permisos, cumple la normativa y dispone de sus propios planes de evacuación y emergencia.

"El evento cumple todos los requisitos en materia de vigilancia, seguridad, baños o accesos, y ha contado con el beneplácito de la oposición, los vecinos y los hosteleros", apunta el primer edil en declaraciones recogidas por Efe,

De este modo, el sábado llegarán a Sarracín unos 4.000 jóvenes, la inmensa mayoría en los autobuses que la organización fletará, pues en las redes sociales de promoción del evento universitario no recomiendan acercarse a la fiesta en vehículo privado, aunque sí se habilitarán aparcamientos para quienes opten por llegar de este modo.

La Gran Reunión se celebrará en un recinto privado de 15.000 metros cuadrados, ubicado junto a la carretera N-234, que comunica Burgos con Soria, y será una fiesta de día, lo que ha dado también tranquilidad al alcalde, unido al hecho de que la empresa se compromete a desalojar el recinto cuando acabe el evento y mantener su seguridad privada “hasta que esté todo despejado”.

González ha reconocido que, a estas alturas y teniendo en cuenta que la cita estaba prevista para el 27 de abril, pero que se suspendió por el riesgo de tormentas, ha pensado ya en todas las opciones posibles, imprevistos y problemas, pero confía en que todo vaya “bien”, sin incidentes.

La Gran Reunión Universitaria arrancará a las 12:00 de la mañana, y hasta las 20:00 se contará con música de la mano de una decena de Djs. Los asistentes dispondrán de puestos de comida (parrilla y foodtruck), habrá barra para bebidas, aunque se permite la entrada con bebidas del exterior, y charangas, todo con el objetivo de ofrecer diversión a los jóvenes.

La organización ha habilitado autobuses desde Burgos capital y Cantabria, con salida en este caso de Santander y Torrelavega, y el alcalde ha indicado que será un porcentaje muy pequeño de gente la que llegue en sus propios vehículos, así que se reducen las posibilidades de que los participantes se queden en el municipio una vez acabe la fiesta.

Capital universitaria

El evento se ha planteado como una primera experiencia, como lo fue en su momento la ITA de Palencia, que ya está asentada en el calendario festivalero universitario, y en redes sociales sus promotores afirman que quieren convertir Burgos en “la capital de la fiesta universitaria”.

La hostelería de Sarracín ha recibido con buenos ojos la iniciativa, y también los vecinos. Además, la promotora colaborará con la semana cultural que celebrará Sarracín la última semana de agosto con una discomóvil, porque “algo tenía que sacar el pueblo”, ha admitido el alcalde.

Por su parte, la Guardia Civil ha organizado un operativo de control, vigilancia y seguridad, con el objetivo de evitar incidentes y comportamientos delictivos, además de garantizar la seguridad de los asistentes, los vecinos del pueblo y todos los que transiten por la N-234 esa jornada.

Así, las unidades de Tráfico, Seguridad Ciudadana y USECIC controlarán los accesos al municipio, regularán el tráfico en la zona, controlarán que nadie se pone al volante habiendo consumido alcohol o drogas y vigilarán que nadie acceda al recinto del festival con drogas o armas, para que la Gran Reunión se celebre sin incidentes.