Política

Mañueco se rebela contra Vox: «Sin ustedes, Castilla y León funciona»

El presidente insiste en la pinza de los conservadores con el PSOE que amenaza los presupuestos y pide a García-Gallardo que «abandone» su obsesión hacia el PP

Entretenida sesión plenaria de control a la Junta la que se celebraba esta tarde en las Cortes, precedida de una protesta de los trabajadores de Bimbo en Valladolid a las puertas del Parlamento en defensa de su futuro y en vísperas de que arranquen las reuniones entre todas las partes con la Junta y el Ayuntamiento par buscar una solución.

Un pleno en el que el presidente Mañueco se las tenía que ver cara a cara con sus dos últimos vicepresidentes, García-Gallardo, de Vox, e Igea, del Grupo Mixto, a cuenta de la polémica proposición de Ley de Concordia que este miércoles tendrá su tiempo de gloria en el hemiciclo para volver al cajón del olvido, ya que según avanzaban la semana pasada populares y socialistas no votarán a favor durante su admisión a trámite, por lo que dicha iniciativa impulsada por Vox y que los socialistas respaldaron para que pudiera ser debatida en las Cortes, decaerá.

El caso es que tenía cierto morbo el debate entre Gallardo y Mañueco tras preguntar el primero por la parte de la ley que registraron PP y Vox hace unos meses no le convence ahora para votar en contra de su toma en consideración.

Mañueco aprovechaba su intervención inicial para mostrar su sorpresa por el hecho de que conservadores y socialistas hayan acudido juntos de la mano en esta ocasión. «La política hace extraños compañeros de viaje, y encima les gusta a los dos», decía con cierta sorna el líder popular, quien insistía en la pinza o alianza que han creado ambas formaciones y que, en su opinión, amenaza la aprobación de los presupuestos autonómicos del próximo año.

Si bien, el jefe del Ejecutivo autonómico aprovechaba para lanzarse a la yugular de PSOE y Vox, y especialmente a estos últimos, ex socios de Gobierno en la Junta: «Sin ustedes, Castilla y León funciona».

García-Gallardo, por su parte, defendía que la Ley de Concordia es «integradora» y «protege» a todas las víctimas, y echaba en cara a Mañueco que ahora con su negativa «disfrace de moderación su cobardía» y «claudique» ante el PSOE y un Gobierno «que ha acabado con la senda de la reconciliación y utiliza la historia como arma arrojadiza para recuperar viejos odios».

«Usted está protegiendo una Ley que demoniza a la mitad de España», proseguía el portavoz de Vox, al tiempo que pedía a Mañueco que rectifique y siga la senda de Mazón o Azcón en la Comunidad Valenciana y Aragón, y apoye la norma que se debatirá este miércoles en la Cámara.

El presidente, en su dúplica, volvía a la carga contra Gallardo para echarle en cara que vaya a las Cortes a decir lo que le mandan desde Madrid y advertirle de que se está equivocando de adversario. Y le recordaba que fueron ellos quienes se marcharon del Gobierno e incumplieron su palabra «renunciando» a seguir trabajando por Castilla y León.

«No culpe a los demás de lo que dejó sin hacer y abandone su obsesión por los populares», decía Mañueco, al tiempo que le pedía valentía para anteponer los intereses de la Región a los de su partido».

Consenso para Medicina

La posibilidad de que Burgos y León tengan estudios de Medicina se debatía también en el hemiciclo a pregunta del leonesista Luis Mariano Santos, quien pedía a Mañueco un sí o un no a sobre su postura al respecto,

El presidente reconocía que esta posibilidad ha despertado ilusión en burgaleses y leoneses y aseguraba que la respuesta estará a la altura de la misma. Si bien, el líder popular volvía a insistir que en la próxima reunión con los rectores defenderá que el proyecto sea viable y que haya consenso entre las universidades en este tema y en otros como en investigación, financiación o sobre la nueva Ley educativa.