Debate Estado Comunidad
Mañueco reprocha a la oposición que no quiera hablar de la política nacional
Duros reproches durante el debate parlamentario protagonizado por la amnistía o la ley del "solo sí es sí"
El debate parlamentario tenía a Sánchez y la posible amnistía como protagonistas del debate parlamentario entre el presidente y los portavoces de esta tarde durante la primera sesión del debate sobre la estado de la Comunidad, que proseguirá mañana miércoles con las resoluciones.
El líder del PSOE, Luis Tudanca, era el primero en confrontar con el presidente Mañueco, y se mostraba bastante crítico con la gestión del Gobierno de PP y Vox. Y echaba la culpa a Mañueco de haberse «entregado a la extrema derecha» y de haber logrado que la Región «sea cada vez más pequeña y más vacía», y que sus ciudadanos «tengan menos derechos y libertades».
Tudanca aseguraba que la «simbiósis « entre PP y Vox comenzó en Castilla y León y que también aquí llegará su final. El portavoz socialista echaba en cara al presidente que se haya contagiado de las políticas de Vox, de haber echado por tierra el Diálogo Social y de no creer en la igualdad ni en Castilla y León.
«Repita conmigo: soy Alfonso Fernández Mañueco y soy presidente gracias a la extrema derecha», ironizaba Tudanca, mientras acusaba al presidente de falta de palabra a la falta de palabra, de haber pasado de la moderación a la radicalidad y de haber hecho invisible a Castilla y León en el ámbito nacional tras ponerla de moda pero para convertirla en el hazmerreír del país.
Unas críticas a las que Mañueco contestaba defendiendo la estabilidad de su Gobierno y que él es una persona de principios que cumple siempre su palabra, y echando en cara a Tudanca su visión de la Comunidad «amargada, frustrada y de mucho ruido sanchista».
«Usted y su partido han sido abducidos por Sánchez y están escribiendo las páginas más negras de la historia del PSOE en Castilla y León», decía.
Victimismo
Desde el Grupo UPL-Soria ¡Ya! hablaba primero el leonesista de la UPL, Luis Mariano Santos, denunciaba la política territorial «desequilibrada» de Mañueco que esta logrando que la Región Leonesa se desangre y se haya convertido en una de las zonas con menor tasa de actividad.
Mañueco le contestaba lamentando su deriva «victimista», que le lleva a la «absoluta irrelevancia», y le acusaba de ser la muleta del PSOE. «Los socialistas les engañan, los desprecian pero luego vuelven a abrazarse a ellos», apuntaba. Después, el procurador de Soria ¡Ya!, Ángel Ceña, reprochaba a Mañueco sus ocurrencias «a salto de mata» en la lucha contra la despoblación y el abandono al que ha sumido a la provincia, mientras el presidente, le afeaba que hable mal de Soria todos los días cuando se supone que defiende a los sorianos.
Desde el Grupo Mixto, Francisco Igea, Pablo Fernández y Pedro Pascualse quejaban de que Mañueco no haya hablado de Castilla y León, así como de sus mentiras y monotonía al presentar siempre las mismas propuestas.
A todos ellos el presidente les afeaba que no hablen de la política nacional ni de la amnistía o la ley del «Sólo sí es sí», y se decía que cómo no va a hablar de Sánchez por sus desprecios a esta tierra. Además, Mañueco les preguntaba a todos si apoyan la investidura de Sánchez y les trasladaba que él no dará «un paso atrás» en la defensa de la cohesión territorial, la igualdad y equidad.
Desde Vox, su portavoz Carlos Menéndez reivindicaba en su intervención el buen hacer del Gobierno de coalición. Así, por ejemplo, destacaba el recorte de gasto público innecesario, como por ejemplo las subvenciones nominativas por valor de 20,5 millones a patronal y sindicatos, para impulsar políticas eficaces para empresas y trabajadores; así como la aprobación de la ayuda a la maternidad para mujeres deportistas, "convirtiendo a Castilla y León es la primera comunidad con igualdad real en el deporte.
Y llamaba al PP y Mañueco a seguir impulsando políticas de sentido común "ignorando" a quienes quieren restringir la producción agrícola y ganadera de la Comunidad, a los que quieren la destrucción de empleo en el sector industrial y a los que "quieren terminar con Castilla y León como tierra de oportunidades".
Además, afeaban al jefe del Ejecutivo autonómico su insistencia en seguir ofreciendo dialogo con quienes llevan desde hace años profiriendo insultos a cualquiera que no piense como ellos e instaba al presidnte a comprender "de una vez" que "no hay PSOE bueno".
Finalmente, desde el PP, Raúl de la Hoz, recordaba como su partido hace poco pidió a la Cámara que se posicionara sobre la amnistía, en defensa de la igualdad y la Constitución, y afeaba a Tudanca su falta de gallardía y que no diera la cara al respecto ni antes ni ahora. "Solo hemos recibido un silencio cobarde que retrata a todos ellos", decía.
De la Hoz aseguraba que solo se pude progresar cuando se tiene un proyecto y se conocen las fortalezas y oportunidades de un pueblo, que es lo que representa Mañueco. El popular defendía la gestión valiente y eficaz del presidente de la Junta, muy alejada del cortoplacismo por un discurso de media hora de lo que queda del PSOE de Castilla y León "repleto de patadas a la espinilla".
"Hoy Castilla y León ofrece las deducciones a la natalidad más altas de España y uno de los sistemas fiscales más favorables", apuntaba, mientras decía que esto es una mala noticia para los socialistas.
De la Hoz señalaba desde la ingenuidad que le hubiera gustado ver otra actitud en la oposición y que aceptaran la mano tendida de Mañueco, pero no ha sido así, lamentaba, a la vez que echaba en cara al PSOE su lado oscuros y que no hayan ninguna valoración a lo hecho este año y medio de legislatura. Ni siquiera en la valoración de los servicios sociales, con diez años seguidos liderando en España este apartado.
De la Hoz finalizaba pidiendo respeto a la verdad y reivindicando el buen estado de la Comunidad.
Diálogo y pactos
Por la mañana, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, había dado su mejor versión durante su discurso sobre el estado de la Comunidad. Fue un presidente especialmente propositivo en sus intervenciones en su amplio significado como persona dirigida hacia la acción que actúa sin precipitarse y que analiza con crítica un problema y toma decisiones viables.
Durante su hora y media de intervención inicial, Mañueco defendía a ultranza las medidas impulsadas por su Gobierno en este año y medio de legislatura, sobre todo las rebajas fiscales a familias, pymes, autónomos o el mundo rural, y ponía en valor la fortaleza de la economía. Con el incremento de las exportaciones y los 29 meses seguidos de descenso del paro interanual hasta llegar por vez primera al millón de ocupados, como principales baluartes.
También aprovechaba para sacar pecho del liderazgo en turismo rural o de la calidad de la Educación, La Sanidad y los servicios sociales. «Nuestra vocación es sencilla: hacer políticas que sirvan y sean útiles a la gente y den estabilidad a la Comunidad», destacaba el jefe del Ejecutivo regional, quien aseguraba que llegó a la Junta para proteger y brindar la mejor atención a los castellanos y leoneses, o para garantizar el futuro de las generaciones venideras y transformar esta tierra.
También reafirmaba su apuesta por el dialogo, tanto institucional como político y el social, criticado por la oposición, y volvía a tender la mano a todos los grupos parlamentarios para alcanzar grandes acuerdos de Comunidad desde el diálogo. Al respecto, proponía a los partidos de la oposición tres grandes pactos para esta legislatura que considera cruciales ante la situación actual: uno en Sanidad para trazar la mejor asistencia sanitaria para los castellanos y leoneses; otro sobre financiación de las Comunidades Autónomas, para pedir la renovación del actual, que se ha quedado obsoleto por insuficiente, y fijar una posición clara de Comunidad sobre condonación de deuda y pactos fiscales; y un tercero sobre el desarrollo del Corredor Atlántico.
En este sentido, Mañueco defendía que este Corredor debe recibir el mismo trato por parte del Gobierno de España que el Corredor Mediterráneo. «El Gobierno de la Nación se equivoca si apuesta por una España asimétrica en el desarrollo ferroviario. Estaremos vigilantes y seremos exigentes. No nos callaremos», decía.
En materia de financiación autonómica, además, pedirá al próximo gobierno que afronte, de una vez, la nueva financiación autonómica. «Llevamos muchísimos años sin avance alguno y que necesitamos de manera perentoria para sufragar el coste real de prestar unos servicios públicos de calidad en un territorio extenso y poco poblado», advertía, mientras reclamaba también que esta nueva y suficiente financiación se extienda también al medio rural, incluyendo una legislación específica que mejore la situación de los pequeños municipios.
Mañueco hacía referencia en u intervención a la situación actual de la política nacional y lo que se avecina tras la fallida investidura de Feijóo. En este sentido, advertía del «preocupante» e «incierto» futuro político al que se enfrenta España si Sánchez es investido gracias a los quienes quieren romper España. Y apuntaba a unas cuestiones que considera «innegociables» que defenderá con uñas y dientes en todos los frentes, ya sea en ayuntamientos, diputaciones o parlamentos, en foros e incluso en la calle. Entre ellas, citaba la unidad de España y con ella la integridad autonómica y territorial, además de la dignidad de las víctimas del terrorismo.
«Tenemos sobrados indicios de que una probable investidura de Sánchez nos va a costar muy cara a los españoles, por prebendas para unos pocos y discriminación e insolidaridad para muchos», denunciaba el presidente, a la vez que dejaba claro que en Castilla y León no cederán a los chantajes de apoyos por privilegios.
Y tras realizar anuncios importantes, como el protagonismo que quiere dar a las nueve provincias de Castilla y León en la Fiesta de la Comunidad del 23 de abril, o convertir a los polígonos en imán de empresas a través de energía renovables, Mañueco terminaba su discurso mostrándose orgulloso de la Región y renovando su compromiso, ilusión y determinación para llevar a cabo la transformación que necesita con el apoyo de todos. «Castilla y León tiene mucho futuro», finalizaba.
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