De Miguel advierte de que las empresas están al límite y no aguantarán más costes

Mientras el Gobierno de España con su presidente en funciones, Pedro Sánchez, a la cabeza, siguen sacando pecho y defendiendo que la economía española "va como una moto", Sánchez dixit, la presidenta de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Valladolid, Ángela de Miguel, ha alzado este martes la voz para advertir de que las empresas están con la soga al cuello y al límite porque ya no pueden ni con más costes ni con más regulación ni con más burocracia.

Además, De Miguel alertaba de que la situación actual tampoco es favorable para la inversión y afirmaba que los empresarios necesitan certidumbre, seguridad jurídica, un marco favorable, agilidad por parte de la administración, ayudas directas e importantes reducciones de costes e impuestos.

La dirigente empresarial se expresaba así durante la clausura de la Asamblea General de CEOE Valladolid, donde apuntaba también que la empresa de menor tamaño lleva “meses” sufriendo condiciones “desfavorables” para su actividad debido a la incidencia de la inflación y a los “continuos” aumentos de costes aprobados por el Gobierno central.

Al respecto, citaba la “escalada” de cerca del 50 por ciento en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en los últimos años, las subidas de las cotizaciones sociales y las cargas burocráticas “crecientes”. No en vano, aseguró que la burocracia lleva a la “asfixia” de las empresas.

“Llevamos años trabajando con mucho esfuerzo para salvar los obstáculos propios de nuestra actividad, sino también los que nos pone la coyuntura económica nacional e internacional y los que surgen cada día consecuencia del incremento de las obligaciones normativas y de las trabas administrativas”, lamentaba, en declaraciones recogidas por Ical.

Por ello, agradecía al nuevo alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, presente en el acto, que uno de los primeros anuncios haya sido la rebaja de un diez por ciento en el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) o los cambios de movilidad en la capital. “Queremos analizar las medidas que se pueden poner en marcha con la Zona de Bajas Emisiones sin que supongan un obstáculo a la actividad económica y empresarial de la ciudad, especialmente por la incidencia que esto podría tener en la zona centro”, señalaba también mientras miraba a Carnero

Terminal de carga en el aeropuerto

Durante su intervención, De Miguel llamaba a aprovechar la situación estratégica de Valladolid para que la provincia tenga mayor protagonismo en el desarrollo del Corredor Atlántico de Mercancías, que debe venir de la mano del Parque Logístico de Proveedores que contará con una estación intermodal “puntera”. En este sentido, consideraba “fundamental” complementarlo con una terminal de carga en el aeropuerto de la ciudad.

También defendía continuar con el programa para evitar el cierre de empresas viables en la provincia, con el objetivo de que sean adquiridas por otros inversores, así como por ser más "facilitadores” en la llegada de nuevas inversiones que supongan un enriquecimiento del tejido productivo local y, a la postre, generar empleo. Para ello, urgía a Jesús Julio Carnero a poner en funcionamiento la Oficina de Proyectos y Atracción de Inversiones.

Finalmente, llamaba a trabajar en la marca aspiracional de Valladolid para que sea un destino de “excelencia” para el turismo pero también un territorio deseado para la inversión y la instalación de empresas, con el objetivo de retener y atraer el talento, y se mostraba esperanzada en que tanto el Ayuntamiento de la capital como la Diputación Provincial continúen con su “compromiso” a los empresarios, en el marco del Diálogo Social.