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El Munia Panteras, campeón de la Supercopa femenina

Por su parte, el Caja Rural CPLV cede en una igualada final contra el Molina canario por 4 a 2

El Munia Panteras, campeón de la Supercopa femenina
El Munia Panteras, campeón de la Supercopa femeninaCPLVCPLV

El CPLV estuvo muy cerca del doblete en las Supercopas de España. Porque el Munia Panteras se hizo con el título femenino al doblegar al Rubí catalán por 3-1 mientras que el Caja Rural CPLV cayó en una igualada final ante el Molina canario por 4-2. Con lo que el club se trajo de Barcelona su segunda Supercopa femenina y un nuevo subcampeonato.

Las finales en Rubí comenzaron con la Supercopa femenina. El Munia Panteras, tras ganar en semifinales al Vila-Real, se medía al anfitrión en busca de su segundo título tras el de 2021. El duelo comenzó con mucha intensidad y con una expulsión de las Panteras. Con María Sierra segura atrás, aguantaron bien y mantuvieron el 0-0. También dispuso de una superioridad el cuadro pucelano. De la misma forma sin gol. Así que hubo que esperar al primero de la mañana. Fue de las catalanas, por medio de Judith Pareja en el minuto 12. Pero la reacción no tardó ni un minuto. Olivia Monjas se encontró una pastilla suelta y la puso en la escuadra.

Con ese 1-1 se llegó al descanso. Tras él, el cuadro pucelano se adelantó a los 4 minutos, tras una gran acción de Corina Weimann desde su campo que paró Carmen Hernández. En el rechazo entre la propia guardameta y Tamara Vaidean metieron la pastilla en la portería. Era el momento de jugar con inteligencia ante un conjunto que jugaba en casa y quería el título. Y el Munia Panteras lo hizo, gozando de ocasiones para sentenciar en varias superioridades y teniendo que sufrir en los minutos finales ya con Laura López de Ochoa bajo palos. En ellos, con portera jugadora del Rubí, Laura Weimann recuperó la pastilla e hizo el definitivo 3-1. Segunda Supercopa femenina para el CPLV.

La final de la Supercopa masculina comenzó con un ritmo endiablado, con los dos equipos presionando y buscando la portería rival con velocidad. A pesar de que la pretemporada ha sido corta, ambos buscaron el físico. Y los goles. Los vallisoletanos, que el sábado ganaron en las semifinales al Castellón, se toparon de inicio con un seguro Javi Tordera en portería. Los canarios lanzaron en dos ocasiones a los palos. Era un toma y daca.

Con mucha igualdad, las expulsiones iban a ser claves. Y la primera llegó para el Caja Rural CPLV, en una interferencia de Eloy Valls. Quedaban 4 minutos para el descanso y el Molina tenía la primera superioridad en la pista. El conjunto vallisoletano apretó los dientes en defensa, amparados en James Teed y mantuvieron el 0-0, marcador con el que se llegó al descanso.

Poco tardó en alterarse el electrónico en la reanudación. El joven Pedro Jaime Galván aprovechó un rechazo de Tordera a un tiro suyo para hacer el 0-1 a favor de los vallisoletanos. Pero la alegría duró poco. Dos minutos después, Charles Baldwin encontró un hueco para el 1-1. Volvía a arrancar el duelo a 15 minutos del final.

Poco después, el CPLV disfrutó de su primera superioridad. Y tras varios intentos y lanzamientos, una pérdida fue aprovechada por los canarios para salir a la contra, llegando solo Andreu Tomás logrando el 2-1. Era el momento de reaccionar. Y el Caja Rural CPLV lo hizo tras su segunda superioridad. Patrik Sebek encontró a Andrés Baños, que puso la pastilla lejos de Tordera.

El choque comenzaba de nuevo con 2-2 y 8 minutos por delante. Las expulsiones estaban siendo claves y el Molina tuvo la siguiente, por otra interferencia, esta vez de Pablo Sierra. Superioridad que los canarios aprovecharon en el último segundo tras una pastilla suelta, que cazó Jan Andrysek. Apenas quedaba tiempo y el Caja Rural CPLV se lanzó a por el empate, pero lo que se encontró fue una nueva contra del Molina, para hacer el 4-2 por medio de Andreu Tomás. Era el momento de arriesgar y los vallisoletanos lo hicieron con portero-jugador. No hubo suerte y el título voló a Canarias.