Patrimonio
El pueblito de Burgos con un embriagador olor a vino y que posee un castillo espectacular
Además, esta localidad cuenta con la botica más antigua de España
Castilla y León, como su nombre indica, es tierra de castillos. De numerosos castillos de hecho. Distintas fortalezas, algunas de ellas que han llegado hasta nuestros días en gran estado, gracias a inversiones y restauraciones, y que se han convertido muchas de ellas en un recurso turístico ideal para visitar su historia. Son numerosos los ejemplos, Puebla de Sanabria, Peñafiel, Monzón de Campos, el Alcázar segoviano, Torrelobatón...
Nuestros pasos nos llevan a uno más desconocido, pero que está en su sitio estratégico de la Ribera del Duero, un lugar que huele a vino por todos sus poros, con la presencia de numerosas bodegas anexas al viejo Duero que discurre por estas tierras. Nos desplazamos hasta Peñaranda de Duero, en la provincia de Burgos, con una población que apenas llega a los 500 habitantes. Dentro del pueblo nos topamos con varios puntos de interés como la Iglesia de Santa Ana, una excolegiata comenzada en 1540 con portada barroca; el convento de San José del armen, levantado en el siglo XVI; su Rollo o la ermita de la Virgen de los Remedios o su Botica, farmacia de los Jimeno del siglo XVIII que cuenta con un museo y que aún continúa en funcionamiento con el marchamo de Bien de Interés Cultural.
Tampoco podemos olvidarnos de su muralla de la que se conservan a día de hoy dos puertas así como el Palacio de los Conde de Miranda o Avellaneda, del siglo XVI.
Pero lo más imponente es su castillo, una gran fortaleza que se yergue altiva sobre la población. Lo que se conserva en la actualidad, aunque su primera construcción data del siglo XI durante la reconquista , debe atribuirse al primer conde de Miranda. Estamos hablando entre mediados y finales del siglo XV. Su aspecto se asemeja a algunos castillos ribereños, como los de Peñafiel o Gormaz. Una planta alargada que se asienta sobre el roquedo, conocido como la famosa Peña de Aranda. Para acceder a su interior se debe hacer por el este, donde se halla una puerta que se encuentra separada del resto por un foso.
En este lugar, distintas investigaciones sugieren que se emplazó aquí el primer castillo. Dentro de su conjunto fortificado se encuentra la céntrica y sólida torre del homenaje, del siglo XV. En el centro destaca la torre del homenaje, de planta cuadrada, y que cuenta con cuatro pisos de vigas de madera, que alberga en la actualidad el Centro de Interpretación de los Castillos.
En el siglo XVII el castillo quedó deshabitado. Pero a pesar de este abandono, su monumentalidad y la perfección de sus proporciones, que le han convertido en una de las mejores construcción históricas de la provincia de Burgos, hizo que en el siglo XX, concretamente en el año 1931 fuera considerado como Monumento Histórico-Artistico.
Una subida a la azotea permite comprobar la configuración urbanística e la localidad en relación a aspectos que tienen que ver con trazados, defensa, o el mundo extramuros. Un espacio que servirá también para observar otras fortificaciones cercanas a esta población.
Actualmente estamos ante uno de los lugares más visitados en la provincia de Burgos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar