Cultura
¿Qué pueblo de menos de 70 habitantes cuenta con una de las principales joyas de Hispania?
Se trata de un edificio monumental construido en el siglo I d.C.
Los romanos tuvieron mucha importancia en la Historia de España. Muchos son los rincones de nuestro país que cuentan con algo representativo de la época hispánica, que se conoce a los territorios de la península ibérica y las islas Baleares durante el periodo histórico de dominación romana.
Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a. C. (fecha del desembarco romano en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando, tras la caída del Imperio romano de Occidente, en 476, entran los visigodos en la Península, sustituyendo a la autoridad de Roma). A lo largo de este extenso periodo de algo más de seis siglos, tanto la población como la organización política del territorio hispánico sufrieron profundos e irreversibles cambios, y quedarían marcadas para siempre con la inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.
De hecho, tras el periodo de conquistas, Hispania pasó a ser en una parte fundamental del Imperio romano, proporcionando a este un enorme caudal de recursos materiales y humanos, y siendo durante siglos una de las partes más estables del mundo romano y cuna de algunos gobernantes del imperio. El proceso de asimilación del modo de vida romano y su cultura por los pueblos sometidos se conoce como romanización. El elemento humano fue su más activo factor, y el ejército el principal agente integrador.
Se podría hablar de los impresionantes edificios que construyeron los romanos durante esa época, como el Acueducto de Segovia, la ciudad de Itálica en Sevilla, el teatro romano de Mérida, el Puente de Alcántara de Cáceres o el Templo de Augusto de Barcelona. Pero en esta ocasión nos queremos centrar en un monumento que cuenta con la peculiaridad de que está situado en un municipio que cuenta con menos de 70 habitantes. Este edificio es el Teatro de la ciudad antigua de Clunia, situado en la localidad burgalesa de Peñalba de Castro, en lo alto de un cerro en forma de muela conocido como Alto de Castro, está el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Clunia Sulpicia, la cual llegó a ocupar 120 hectáreas.
Su ubicación no fue casualidad, el agrimensor romano estudió profundamente la zona y concluyó que desde este punto la urbe tendría una posición dominante y suficiente espacio para su posterior desarrollo y, además, tuvo en cuenta la reserva de agua subterránea, lo que hoy se conoce como Cueva Román, un conjunto cárstico formado por galerías y lagunas subterráneas que alimentaban los manantiales que afloraban en las laderas del cerro y que pudo ser explotado desde la ciudad mediante la realización de pozos.
Fue edificado bajo el mandato del emperador Tiberio en el marco del programa de monumentalización del siglo I d. C. que dotó a la ciudad de las infraestructuras necesarias a su nueva condición de capital de convento jurídico. Sin embargo en el siglo II sufrió una remodelación para adecuarlo a su uso como anfiteatro que supuso la desaparición de parte de la cavea inferior, la orquesta y el podio de la escena. Junto a los restos del postescenio se encontraron treinta enterramientos durante la campaña de excavaciones 2008-09 asociables al siglo V, algunos con evidencias de violencia.
La cavea del teatro se construyó aprovechando a la manera griega una ladera oriental del cerro de forma semicircular, a la que se añadió un pórtico superior y una fachada escénica de dos alturas enmarcada por columnas corintias. El diámetro total es de 102 metros y tuvo capacidad para alrededor de 10.000 espectadores, lo que le convirtió en uno de los mayores de Hispania.
El teatro es el monumento mejor conservado de Clunia, al haberse mantenido parcialmente hasta la actualidad parte de la fachada escénica. El graderío estaba en parte apoyado sobre la ladera y en parte tallado sobre la roca, y quedaba rematado por un pórtico superior. Desde ese pórtico se podía acceder directamente mediante unas escaleras a los niveles inferiores, a los que también se llegaba desde abajo.
Los espectadores contemplaban una fachada escénica de dos pisos de columnas corintias, entre las que se situaban esculturas así como las puertas por donde entraban y salían los actores. La parte superior disponía de un tornavoz de madera, que hacía que el sonido llegase a las partes más altas del graderío. Bajo el piso de la escena quedaba un hueco que, actuando de caja de resonancia, amplificaba la voz mediante la colocación de vasos de bronce y terracota rellenos de agua a diferentes niveles del graderío. Hacia el valle, el Teatro presentaba una fachada monumental con un gran pórtico central. Comunicado con la escena por las puertas principales, este espacio servía para espera de actores. Bajo él se disponía de un espacio de servicio.
Junto al Teatro la Ciudad de Clunia cuenta con otros edificios destacables como:
- El Foro: Constituido por distintas construcciones dentro de un mismo espacio arquitectónico, presenta en sus extremos el recinto religioso, al Sur, y la Basílica, al Norte. La zona religiosa, se encontraba delimitada y separada del espacio público mediante dos muros curvos a ambos lados del templo que servían de fondo para sendas estatuas sobre gran pedestal rectangular.
- Las Termas públicas: Con unas dimensiones y diseño único en la provincia tarraconense, son conocidas como Los Arcos. Los Arcos I presentan una disposición simétrica con zonas diferenciadas para hombres y mujeres, en las que se disponen los espacios para ejercicios, para vestuario o apoditerio, y para el circuito del baño a través de salas con diferentes temperaturas: frigidario (frio), tepidario (templado) y un único caldario (caliente) en la zona central. Este edificio cuenta también con una exedra de acceso y un gran jardín donde seguramente se situaba una piscina o natatio, con lo que se completaba el conjunto.
Los Arcos II contaban con una distribución lineal en la que el usuario pasaba por la siguiente sucesión de estancias: palestra, apoditerio con acceso a la letrina, frigidario, tepidario y caldario.
Existen además en Clunia unas pequeñas termas, conocidas como Termas del foro y que responden a una dimensión más adecuada para la población fija que pudo tener la ciudad cuando no tenían lugar en la misma grandes reuniones ni encuentros. Es evidente que existe una clara intención propagandística en toda la operación arquitectónica, una clara demostración de la superioridad técnica de Roma y su idea de civilización.
El momento más esperado del Teatro de Clunia llega en verano al acoger el "Festival de Clunia" que en la edición de 2023 se celebrará del 11 al 19 de agosto. El certamen arrancó en el año 2000 con el objetivo de dotar a la provincia de Burgos de una oferta cultural atractiva, además de dar a conocer el patrimonio arqueológico de esta antigua ciudad, capital de Convento Jurídico de la Tarraconense, cuyo teatro es el más importante del norte de la Península.
A través de cinco espectáculos de primer nivel, se ofrece al espectador un viaje emocional a través del teatro, la danza y la música, que incluye la representación de la aventura homérica de Magallanes y Elcano; la sátira del gran maestro Molière en El Avaro; un concierto teatral para los que desean descubrir a los grandes clásicos; una pieza de teatro y danza que aúna literatura y filosofía de la mano de María Zambrano y una comedia romana con Miles gloriosus, en la que aparece un prototipo de hombre que nos resultará familiar.
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