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Sociedad

La respuesta viral del propietario de un restaurante burgalés a la queja de un cliente porque no le pusieron croquetas con la consumición

Más que un libro se podría escribir una enciclopedia con todos los rifirafes que suelen ocurrir a diario entre clientes y propietarios o trabajadores de este sector puntero en España

Interior de l Restaurante La Fauna Gaastro de Burgos La Fauna GastroLa Razón

Las relaciones entre los propietarios o trabajadores de bares y restaurantes con los clientes dan muchas anécdotas y curiosidades. Más que un libro se podría escribir una enciclopedia con todos los rifirafes que suelen ocurrir a diario, casi siempre por quejas aparentemente absurdas de los consumidores, cada vez más exigentes.

También están las de los que se hane llamar youtubres o tiktokers conmuchos seguidores en redes sociales y que pretenden comer o cenar por la patilla en un restaurante a cambio de hacer una buena reseña o promoción del establecimiento en cuestión. Una "colaboración", como suelen llamar estos expertos de las redes sociales, que no siempre sale adelante.

Las protestas de los clientes suelen ser contestadas por los dueños cada vez conmás frecuencia, hartos de gente "con mucha jeta" y para rebatir comentarios ofensivos que se cuelgan en las redes sociales, al menos para dar su punto de vista de lo ocurrido. Muchas de estas contestaciones son ingeniosas y graciosas y rápidamente se hacen virales y se expanden por estas plataformas de comunicación.

Otras veces son los propios dueños y trabajadores los que cuentan anécdotas que les han ocurrido durante el desempeño e su profesión.

Ocurría no hace mucho cuando el camarero de un local de Madrid colgaba en su red lo que le pasó con un cliente que cuando fue a tomarle nota este le dijo que igual el plato que iba a pedir era un poco gay», a lo que el trabajador, natural de Canarias, le contestó: con gracia y solera que no se preocupara porque no creía que el plato que había pedido fuera más gay que él mismo. Una respuesta antológica que corrió como la espuma enseguida en redes sociales.

Esta es una de las muchas anécdotas que pasan a diario en este sector puntero en España, sobre todo ahora en verano.

El caso que traemos a estas líneas de LA RAZÓN de hoy también tiene su gracia y ocurría en un local de Burgos. Concretamente en el Restaurante La Fauna Gastro, un establecimiento conocido por la cocina tradicional que sirve.

Situado en la calle San Lorenzo, 35 de Burgos, se trata de un local de ambiente acogedor enla que sobresale una decoración singular, que mezcla elementos modernos con clásicos de toda la vida pero que dan autenticidad al local .

La carta ofrece una selección de platos cuidadosamente elaborados y dispone de una terraza de verano bastante amplia y al aire libre en la que se puede disfrutar de una cena especial en estos días de calor.

La Fauna Gastro cuenta con un menú del día que, según reza en su web, cuenta con un primero a elegir entre ensalada de la casa, ensaladilla rusa, huevos rotos con jamón y salmorejo o verduras a la plancha con queso de cabra. Para el segundo, lo mismo, se puede optar a varios platos entre como una carrillera guisada con puré de patata, bacalao al horno, costilla de cerdo a baja temperatura, codillo de cerdo con patatas fritas, jarrete de cordero con patatas y pimientos o ragout de Ternera guisado al vino tinto. Todo ello por tan solo 17 euros a diario y 21 en fin de semana, con el pan el postre o una caña, una copa de vino o agua incluido.

También se puede disfrutar de un menú burgalés que coonsiste en torreznos, huevos rotos con morcilla, jarrete de Cordero, pan, postre y caña o copa de vino o agua por 21 y 25 euros si es a diario fin de semana y festivo respectivamente.

La oferta de La Fauna Gastro de Burgos se completa con un menú para vegetarianos que incluye, por los mismos precios que el menú del día, un gazpacho, guacamole con totopos, verduras a la plancha con queso de cabra, además del pan, una caña o copa de vino y postre.

Pues dicho todo esto, pasamos a contar lo que le ocurrió hace no mucho al propietario de este templo gastronómico de la capital castellana con un cliente croquetero, y cuya respuesta se hahecho viral y está siendo muy comentada.

El consumidor en cuestión puso varias reseñas negativas al restaurante y se quejó de que había estado esperando más de 40 minutos para que le pusieran unas croquetas que venían con la consumición qu ehabía pedido. O lo que es lo mismo, una tapa de regalo que el local pone al cliente y a la que no está obligado.

El cliente, impaciente, se queja de tuvo que preguntar varias veces a los trabajadores por las croquetas en cuestión y que no le hacían caso. Además, para más inri, denunciaba que los camareros sirvieron a gente que acababa de entrar al local antes que a él.

Y remata quejándose de los camareros: "El trato por parte de la pelirroja ha sido nefasto y el otro camarero alto on barba y pelo largo mostrando indiferencia. Resulta que nos hemos ido sin comer las croquetas. PÉSIMO", (así en mayúsculas, para darmás énfasis a la queja).

Pues hete aquí que la respuesta del proìetario no se hizo esperar y ha sido una de las más ingeniosas que se recuerdan además de hacerse viral rápidamente.

"La tapa de la casa es un detalle que tiene el local con los clientes. No es nuestra obligación ponerla y la ponemos cuando queremos o podemos. Tres opiniones negativas por una croqueta. ¿Dígame donde quiere que le envíe 10 kilogramos de croquetas para que se bañe con ellas. Muchas gracias", contesta tajantemente el dueño.