De la Rosa defiende su gestión y asegura que Burgos "ya no es un bastión del PP"

El Monasterio de San Juan de Burgos acogía esta tarde un acto de precampaña del PSOE para respaldar a Daniel de la Rosa, actual alcalde de Burgos, como candidato a la Alcaldía de la capital burgalesa, en el que participaba Pedro Sánchez por segunda vez esta semana tras el mitin del lunes en Segovia.

El presidente del Gobierno fue nuevamente abucheado y recibido con pitos que se prolongaron durante todo el acto desde el exterior, por parte del colectivo que defiende el tren directo entre Madrid y Burgos pasando por Aranda pero también por agricultores y ganaderos de la UCCL cabreados por la gestión del ministro Luis Planas. E incluso en el propio acto, cuando estaba hablando e iba a nunciar algunas medidas en materia municipal, un activista en favor del Sahara Occidente se levantaba y exhibía una bandera de la República Árabe Saharaui Democrática, tras lo cual, y con mucha rapidez fue detenido por la seguridad y expulsado del acto, mientras el público le silbaba y gritaba presidente, presidente, como ocurrió el lunes en Segovia.

pero antes de este nuevo incidente, De la Rosa había salido al atril para defender su gestión en estos cuatro años como alcalde y sacaba pecho por los últimos triunfos en las urnas de los socialistas. «Burgos ya no es bastión del PP», decía, mientras llamaba a los suyos a hacer campaña y que no se confíen, a pesar de que, según decía, sólo el PSOE tiene proyecto para dar estabilidad a Burgos.

En este sentido, aseguraba que el PP cuenta con una candidata que ha sido obligada por su partido a presentarse, mientras que la que ha sido portavoz, Carolina Blasco, se ha ido y montado otro partido. También se dirigía a los de fuera que pitaban para decirles que su compromiso es el de recuperar el tren directo a Madrid y pedía a Sánchez un esfuerzo para adelantar inversiones y evitar que Burgos no se quede atrás en el Corredor Atlántico.

Tudanca, por su parte, llamaba a votar a De la Rosa «porque es el mejor alcalde para Burgos» y recordaba que el 28 de mayo solo hay dos opciones: o gobierna el PSOE o el PP «con la extrema derecha representada por un títere de Vox como García Gallardo».

El líder socialista, además, decía que Castilla y León es la Pasarela de la extrema derecha en España, y afirmaba que, pese a ello, será también esta Región la tumba de Vox y el primer lugar donde les van a expulsar.

Después, Sánchez, tras el incidente, reivindicaba la gestión del PSOE y los logros de su política económica que, según decía, han permitido a España crecer por encima de la media de la Unión Europea y con menor inflación, además de la paz social alcanzada gracias a los avances sociales y a la “defensa de los derechos de la mayoría”.