
Sociedad
La telasistencia gratuita supera los 58.000 usuarios en Castilla y León
Isabel Blanco visita la sala de operaciones de este servicio que tan buena acogida tiene entre los ciudadanos, que ven en él una herramienta útil y eficaz para que las personas mayores y dependientes puedan seguir en su casa y estar atendidos ante cualquier emergencia

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, el servicio de teleasistencia de la Junta en Castilla y León se ha convertido en uno de los que tienen una mejor acogida entre la ciudadanía por la atención que presta. Asimismo, se ha convertido en uno de los mejores exponentes de cómo las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), son unas grandes aliadas a la hora de facilitar el cuidado de las personas mayores y en situación de dependencia que residen en sus hogares.
"Se trata de una herramienta útil y eficaz que no ha parado de crecer desde su puesta en marcha y se ha consolidado dentro del sistema de servicios sociales de la comunidad", destacaba este martes la vicepresidenta Isabel Blanco durante su visita a la sala de operaciones del servicio de teleasistencia en Valladolid, desde donde 169 teleoperadores atienden de manera directa a los mayores y dependientes y 128 técnicos coordinadores determinan cómo actuar ante una emergencia.
Allí, ponía en valor que desde que se adjudicó el último contrato en el 2023, el número de personas usuarias ha crecido hasta los 58.000, muy por encima de los 50.000 que se fijaron como objetivo para finales de este año.
La también consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades agradecía a los profesionales su labor y compromiso, como se vio durante las horas del apagón masivo que sufrió España el pasado 28 de abril, y destacaba la buena percepción que tienen los usuarios del servicio, ya que el cien por cien se declaran satisfechos o muy satisfechos con el servicio, según la última encuesta realizada al finalizar 2024.
"El objetivo de la teleasistencia es que las personas mayores y en situación de dependencia puedan continuar viviendo en su propio hogar", apuntaba Blanco, mientras explicaba que este servicio gratuito acompaña y atiende de forma personalizada, ya que cada usuario cuenta con un profesional de referencia que conoce todas sus necesidades. De este modo, señalaba que se hace frente a emergencias circunstanciales como caídas, indisposiciones sanitarias y otros accidentes domésticos, pero también a situaciones más prolongadas, como las relacionadas con la soledad no deseada o el estado de salud de la persona. En función de todas estas características, el usuario recibirá teleasistencia básica o avanzada.
El sistema de comunicaciones consiste en un terminal, el cual se instala en los domicilios y que, con solo pulsar un botón, pone en contacto a la persona con el centro de atención telefónica, que funciona las 24 horas de los 365 días del año. Los teleoperadores responden y los técnicos coordinadores deciden cómo actuar. No obstante, en función de las circunstancias personales, el servicio cuenta con una versión más avanzada basada en comunicaciones automáticas a través de dispositivos móviles, sensores y distintos detectores de humo, gas, monóxido de carbono, fugas de agua, caídas, inactividad o presencia.
Todo ello se complementa con visitas o llamadas telefónicas del teleoperador de referencia. De este modo, se crea un vínculo de confianza que revierte en una atención más personalizada y, además, palía un posible caso de soledad no deseada. De este modo, además de servicios puramente físicos y técnicos como la actuación rápida ante emergencias o la gestión de las citas médicas, la teleasistencia va mucho más allá, ya que establece una relación más íntima que permite a los profesionales detectar situaciones complejas de aislamiento, duelo, maltrato, riesgo de suicidio, sobrecarga del cuidador, etc., para así poder orientar en estos contextos a los usuarios y a sus familiares.
El presupuesto del último contrato adjudicado para gestionar el servicio de teleasistencia, firmado en 2023, asciende a 40 millones de euros a ejecutar en tres años.
Respuesta ante el apagón
Ante el gran apagón del pasado 28 de abril, que dejó sin electricidad durante horas a todo el país, el servicio de teleasistencia continuó funcionando y todos sus profesionales se volcaron para intentar que ningún usuario se quedara aislado ante una posible emergencia. El centro de atención de llamadas permaneció activo gracias a los sistemas ininterrumpidos de alimentación eléctrica y de generación autónoma. Además, se activaron las unidades móviles del servicio y todos los recursos necesarios para mantener la atención domiciliaria. Aquel día se recibieron 151.130 alarmas, de las cuales 9.989 fueron pulsaciones de aproximadamente 2.700 usuarios -hubo usuarios que pulsaron varias veces-, y de ese total de alarmas, 141.141 fueron por cuestiones técnicas.
Tras restablecerse el suministro, los teleoperadores contactaron con todos aquellos usuarios que pulsaron el botón para comprobar que todo funcionaba perfectamente, tranquilizarlos y resolver todas las posibles incidencias.
Todo este proceder demostró que el servicio cuenta con profesionales, tecnología y sistemas de seguridad con capacidad para responder de manera efectiva ante catástrofes de este calado y que, además, este modelo de teleasistencia impulsado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades es sólido, moderno y, lo más importante, humano.
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