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La Universidad de Salamanca desagravia a Miguel de Unamuno con un Honoris Causa póstumo

Tras su celebre discurso el 12 de octubre de 1936, en el que reprochó y criticó la actitud de los rebeldes, fue depuesto por tercera vez en esta ocasión por el general Francisco Franco

Unamuno saliendo de la Universidad de Salamanca después de su disputa con Astray
Unamuno saliendo de la Universidad de Salamanca después de su disputa con AstraylarazonAgencia EFE

El escritor y filósofo Miguel de Unamuno (1864-1936), tres veces rector de la Universidad de Salamanca y otras tantas destituido entre 1914 y 1936, será desagraviado con la concesión de un doctorado Honoris Causa, a título póstumo, acordado este martes por el claustro de doctores de la institución académica.

Esta distinción supondrá un "desagravio por el castigo injusto que sufrió" el escritor con motivo de su destierro a la isla canaria de Fuerteventura, entre febrero y julio de 1924, a raíz de la publicación de varios escritos contrarios al rey Alfonso XIII y al presidente del directorio militar, el general Miguel Primo de Rivera.

Al mismo tiempo, en ese momento, fue también destituido como vicerrector y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Salamanca, a la que llegó en 1891 para hacerse cargo de la cátedra de Griego, según ha recordado su nieto, Pablo de Unamuno, médico y profesor jubilado del Estudio Salmantino, durante la presentación de la propuesta del doctorado Honoris Causa.

Tres doctorados

Ha sido durante una reunión del claustro de doctores celebrado en el paraninfo de las Escuelas Mayores, presidido por el actual rector, Ricardo Rivero, en la cual han sido aprobados otros dos doctorados honoríficos en favor de Eulalia Pérez Sedeño, investigadora del Instituto de Filosofía del CSIC; y Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional Público en la Universidad Complutense.

Durante la defensa de su propuesta, Pablo Unamuno ha destacado, además de la faceta literaria, el compromiso político y social de Miguel de Unamuno, plasmado con el lema de "libertad, justicia, libertad, tolerancia y la verdad por encima de todo", según explica la Universidad a través de una nota informativa.

Impronta liberal

Durante su estancia en Salamanca (1891-1936), a excepción del periodo de destierro y exilio en París, "introdujo un estilo liberal que necesitaba la Universidad, enfrentándose al integrismo tradicional dominante de ésta y de la ciudad, acentuándose el enfrentamiento, por su condición de vasco y socialista", ha añadido el proponente según consta en la nota distribuida este martes.

Alfonso XIII, Manuel Azaña y Francisco Franco -un monarca, un presidente del II República y un dictador, firmaron las tres destituciones que padeció Unamuno como rector desde que en 1900 fue designado para ese cargo por el Ministerio de Instrucción Pública.

En 1914 sufrió la primera destitución (Alfonso XIII) pero en abril de 1931, tras la proclamación de la II República, es elegido de nuevo con la unanimidad del claustro. Fue tres años antes de su jubilación en 1934 con la concesión del título de rector vitalicio y la creación de una cátedra con su nombre.

A contracorriente

Poco le duró ya que un año después, el 23 de agosto de 1935, la Gaceta de Madrid publicó un decreto con su cese firmado al alimón por el entonces presidente de la II República, Manuel Azaña (Acción Republicana), y el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Francisco, Francisco Barnés Salinas, a raíz de un discurso en el que Unamuno se posicionó a favor del bando sublevado en la Guerra Civil.

Los golpistas aprovecharon la ocasión y en septiembre de 1936, en plena guerra civil, repusieron al rector por mediación del general Miguel Cabanellas, durante la época en que Salamanca fue cuartel general y centro de operaciones del ejército sublevado.

Un mes duró esa restauración, ya que tras el celebre discurso de Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca (12 de octubre de 1936), en el que reprochó y criticó la actitud de los rebeldes ("Venceréis pero no convenceréis"), fue depuesto por tercera vez en esta ocasión por el general y futuro dictador Francisco Franco.

Fue el decreto número 36 de los publicados el 28 de octubre de octubre de 1936 por el ya Boletín Oficial del Estado, fechado en Burgos seis días después del decreto firmado por Franco en Salamanca.

El doctorado Honoris Causa, a título póstumo, se concederá en 2024, en una fecha aún por determinar, en el año en que se conmemora el centenario del destierro en Fuerteventura y del inicio del exilio en París. EF