Sociedad

Valladolid pide "por la paz" a su patrona y apela a ella en favor de una "alianza social" para la esperanza

Miles de vallisoletanos honran y acompañan a la Virgen de San Lorenzo por las calles del centro de la ciudad durante el día central de las fiestas

Carnero y Conrado Íscar encabezan la procesión en honor a la Virgen de San Lorenzo por las calles del centro de Valladolid
Carnero y Conrado Íscar encabezan la procesión en honor a la Virgen de San Lorenzo por las calles del centro de ValladolidR. ValteroIcal

Valladolid y los vallisoletanos están de fiesta estos días en honor a la Virgen de San Lorezo, patrona de la ciudad, cuya festividad se celebra este lunes. Una jornada en la que el sol está brillando en todo lo alto, y que los habitantes de la capital del Pisuerga y turistas están disfrutando de la amplia variedad de actividades.

Entre ellas, la procesión, eucaristía y ofrenda floral a la Virgen de San Lorenzo, en la que ha participado con entusiasmo el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien ha aprovechado esta jornada para pedir a la también Alcaldesa Perpetua de la ciudad, por la “paz en el mundo” en alusión a los "demasiados" conflictos bélicos en el mundo y por tener presente a los afectados, sobre todo los más pequeños, así como por las personas mayores frente a la "lacra" de la soledad no deseada "que nos obliga a todos a estar en guardia”, afirmaba.

El primero de los vallisoletanos, además, pedía a la Virgen de San Lorenzo que intermedie por los jóvenes, con el deseo de que puedan contar con oportunidades para poder desarrollar su proyecto de vida en Valladolid.

Finalmente, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, hacía balance satisfactorio del primer fin de semana de fiestas, tanto por el tiempo y la meteorología, que está acompañando, así como por la presencia de vecinos y turistas en las calles disfrutando de las fiestas. "Estamos en la buena senda”, finalizaba el primer edil.

Hermanos cofrades de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo portan en andas a la patrona de Valladolidpor las calles del centro de la ciudad, abarrotada de fieles
Hermanos cofrades de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo portan en andas a la patrona de Valladolidpor las calles del centro de la ciudad, abarrotada de fielesR. ValteroIcal

Tras estas palabras comenzaba la procesión con la imagen de la Virgen de San Lorenzo en andas por parte de los hermanos cofrades de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo por las calles del centro de la capital vallisoletana en un viaje de ida y vuelta que comenzaba en la iglesia de San Lorenzo y pasaba por la espectacular alfombra de flores en la Plaza Mayor en su camino a la Santa Catedral, abarrotada de fieles, donde el arzobispo vallisoletano y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, presidía y oficiaba la eucaristía en su honor.

Durante la homilía, el prelado palentino de Meneses de Campos recordaba la importancia del 8 de septiembre en la Iglesia Católica, que celebra el Nacimiento de la Virgen María, "la misma Inmaculada y Asunta a los cielos que nos presenta al Niño recién nacido", decía, mientras destacaba la esperanza que abren siempre los nacimientos, sobre todo hoy en día. "Nos animan a mirar el porvenir y nos sitúa siempre en un momento que abre una nueva etapa que para la Iglesia supone una alianza social entre familia, comunidad parroquial, escual, asociaciones y movimientos para que sea posible la iniciación cristiana".

Al respecto, Monseñor Argüello aseguraba que dicha iniciación cristiana supone también abrir un coloquio entre la naturaleza humana expresada en la razón, el afecto y la libertad con la gracia de Dios, que tiene la capacidad de generar cultura, formas y estilos de vida "mientras peregrinamos hacia el Cielo".

El arzobispo recordaba en su sermón que el gran desafío de la Iglesia Católica hoy en día es iniciar en la vida cristiana, evangelizar la razón, el afecto y la libertad "para que el entendimiento se abra a la verdad, el afecto no caiga en las trampas de la posesividad y la libertad encuentre que su pleno ejercicio es amar saliendo del aparente confort del amor propio y del regusto amargo de la soberbia", decía.

¿No es también un reto para nuestra vida social iniciar en la ciudadanía?, se preguntaba Arguello, mientras llamaba a educar, desde las referencias de la dignidad humana y el bien común, la libertad y la justicia, para que sea posible una convivencia asentada en la amistad civil que promueva la participación de todos en la edificación de la ciudad.

Asimismo, el arzobispo aseguraba que en la Iglesia también se preguntan como ciudadanos sobre la pasividad e indiferencia ante lo público o sobre movilizaciones que vayan más allá de la defensa de intereses individuales, ideológicos o corporativos. "Algunos se excusan en la polarización excluyente, que vuelve incómodo y desagradable el espacio público", advertía el prelado.

Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, durante la homilía
Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, durante la homilíaLa RazónLa Razón

Una polarización que, en su opinión, surge porque se excluye la polaridad y su significado, bien por fusión que quiere suprimir la diferencia o por separación, excluyendo el diálogo y agitando. "A veces, este ejercicio es violento y trágico, como en las guerras que asolan nuestro mundo. Por ello, en este día de fiesta, aquí, pedimos una vez más por la paz en el mundo y decimos 'no' a una estrategia de violencia, terrorismo y guerra", afirmaba.

Así, Monseñor Argüello apelaba a la Virgen María para "edificar" un pueblo santo que procure el cuidado de la dignidad de todos y de cada uno en el bien común "pues si ambas se separan dan lugar al individualista derecho a tener derechos y a una reducción del bien común".

Finalmente, pedía a los fieles, en general, y a los vallisoletanos, en particular, que sean protagonistas de una "alianza social para la esperanza", que luchen por unas condiciones laborales y de vivienda dignas y que acojanm promuevan e integren a los que llegan de fuera "porque no se asegura la convivencia por el cumplimiento de unos mínimos legales sin por compartir un ideal cívico común de amistad y fraternidad".

Pollán, González Gago, González Corral, Conrado íscar y Mercedes Cantalapiedra, entre las autoridades presentes en la Catedral de Valladolid durante la eucaristía en honor a la Virgen de San Lorenzo
Pollán, González Gago, González Corral, Conrado íscar y Mercedes Cantalapiedra, entre las autoridades presentes en la Catedral de Valladolid durante la eucaristía en honor a la Virgen de San LorenzoIcal

Una ceremonia religiosa a la que asistían también numerosas personalidades del mundo de la política regional y vallisoletana como el presidente de las Cortes de Castilla y León;, Carlos Pollán; los consejeros de la Presidencia y de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Luis Miguel González Gago y María González Corral, respectivamente; el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; o la diputada por Valladolid, Mercedes Cantalapiedra.