Agricultura
Los viticultores se preparan para la vendimia tras el paso del mildiu que deja en algunas zonas descensos de hasta el 20%
La DO Toro, exenta del hongo, espera mantener la producción media del último lustro, mismo objetivo que se plantea en Rueda pese al mildiu, que en Cigales sí aventura una reducción en la cosecha
Los viticultores de Castilla y León se preparan para una vendimia que este año adelantará algunos días su inicio, en la mayoría de las Denominaciones de Origen entre la última semana de agosto y los primeros 15 días de septiembre, y en la que el paso del mildiu deja, en las zonas más afectadas, un descenso previsto de la producción de hasta un 20 por ciento.
Así lo aventura el director técnico de la Denominación de Origen Cigales, Jesús María Barrigón, que lamenta que tras una campaña que antes de la primavera discurría “muy bien”, con un invierno que dejó “buenas precipitaciones” y en el que no hubo heladas, los meses de abril y mayo torcieron la marcha con “lluvias persistentes que originaron focos importantes de mildiu”.
“No han sido devastadores, pero en algunas parcelas han afectado de forma importante”, explica Barrigón en declaraciones a Ical, en las que detalla que la enfermedad causada por el hongo “ha aparecido en el momento en que la viña era muy sensible, en la floración, y es cuando más daño ha hecho”, provocando que la previsión de producción en Cigales para este 2025 se reduzca “en torno a un 20 por ciento”.
De esta manera, y frente a los alrededor de ocho millones de kilos que se producen en un año “normal”, el director técnico de la DO Cigales estima que la producción de este año rondará los 6,5 millones de kilos, pudiendo subir hasta los siete si en los últimos días antes del comienzo de la vendimia cae lluvia que permita engordar algo más a la uva, cuya calidad “no se ha resentido”. De lo contrario, si continúa el calor, la uva acelerará su madurez y el inicio de la cosecha se puede adelantar “entre 10 y 15 días, de mediados a principios de septiembre”.
Otra de las Denominaciones de Origen afectadas por el mildiu en esta campaña ha sido Rueda, si bien el director técnico de su Consejo Regulador, Jesús Díez, garantiza que con la producción prevista “están garantizadas y cubiertas las necesidades de las bodegas” para alcanzar el volumen habitual de 120 millones de botellas.
“Las estimaciones de las primeras parcelas apuntan a que vamos a poder mantener esa situación”, declara Díez a Ical, aunque reconoce que hay parcelas que estarán “en déficit” por el paso de una enfermedad que “elimina partes o racimos enteros que, una vez dañados, no se pueden recuperar”.
Lamenta, por ello, la aparición del mildiu esta campaña ya que “venía muy buena” por las condiciones climáticas, pero el hongo ha generado “un año difícil” dado que “ha obligado a repetir los tratamientos tanto en ecológico como en convencional” y ha hecho que los viticultores estén “mucho más intensos en el control y visualización sanitaria del viñedo”.
No obstante, el director técnico de la DO Rueda valora “el nivel de profesionalidad” de los viticultores que “ha hecho que podamos mantener la capacidad de producción para satisfacer la demanda”, con una uva que además mantiene “una calidad muy buena” porque el mildiu “elimina producción, pero no afecta a la calidad de la uva que queda”.
Toro, a finales de agosto
Por su parte, la Denominación de Origen Toro celebra haber tenido “la suerte” de no verse perjudicada no solo por el mildiu, sino por el pedrisco caído en los meses primaverales, que además su director técnico, Santiago Castro, vincula dado que el pedrisco genera “entradas más fáciles para que el hongo llegue” al racimo.
Gracias a esa exención del mildiu, desde la DO zamorana confían en mantener cifras similares a la cosecha media de los últimos cinco años, con más de 22 millones de kilos de producción, si bien Castro recuerda que aún queda más de un mes para que comience la recogida del grueso de la Denominación, la tinta de Toro, y entre 10 y 12 días menos para las variedades más tempranas, albillo real y moscatel, cuya cosecha se iniciará “a finales de agosto”.
Por último, la Denominación de Origen Ribera del Duero no avanza previsiones de producción por decisión de su Consejo Regulador, cuyo presidente, Enrique Pascual, sí manifiesta a Ical que “la evolución de la uva es buena y pinta bien en cuanto a calidad” tras un año en que, “como en todos, hay inclemencias meteorológicas que complican la vida”.
También incidencia de mildiu, aunque Pascual en este caso señala que su presencia en la DO ha sido residual y la enfermedad ha actuado “con menos agresividad que en otras zonas”, por lo que “ahora mismo, en conjunto, la sanidad es buena” en una Ribera del Duero que se prepara para una recogida de la uva que aunque este año “arranque un poco antes”, no será hasta finales de septiembre “cuando se extienda la vendimia”.