ERC presiona y se mantiene en el “no” a prorrogar el estado de alarma, aunque sigue con la negociación

Esquerra se mantiene en su negativa a prorrogar el estado de alarma hasta julio, la propuesta que el Gobierno de Pedro Sánchez llevará al Congreso el miércoles para gestionar la desescalada. A dos días de la votación y después de que se aceleraran las negociaciones en las últimas horas, los republicanos presionan con un “no” como respuesta, aunque seguirán negociando hasta el último momento y no descartan un cambio hacia la abstención.

“De momento no se dan las condiciones, no hemos concretado ni avanzado", ha resumido la portavoz del partido, Marta Vilalta, quien ha emplazado al Gobierno de Sánchez a “esforzarse más” para lograr el apoyo indirecto de ERC.

Las reclamaciones que fija ERC para cambiar su negativa y acabar apostando por una abstención son claras y pasan por recuperar las competencias y tener el control de la desescalada -"Cataluña no puede ser una gestoría", ha dicho-, aprobar un permiso retribuido para familias y que los ayuntamientos puedan echar mano de su superávit para hacer frente a la crisis sanitaria, una petición a la que se ha sumado la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín (PSC), una de las lideresas con más peso dentro de los socialistas.

Todo con el compromiso añadido de recuperar la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat para “resolver el conflicto político”, una petición factible, a ojos de los republicanos. “Creemos que no habrá problemas. Ahora que empieza la fase de desescalada estamos en condiciones de retomar esta mesa", ha resumido Vilalta quien, eso sí, ha vinculado la gestión del coronavirus con el “procés”. “Avanzar hacia la república catalana y la crisis sanitaria están más ligados que nunca”, ha asegurado.

A estas tres exigencias más la reactivación del diálogo entre Gobierno y Generalitat, se suma ahora la petición de los republicanos de trabajar en otras vías legales para no tener que volver a activar el estado de alarma en el supuesto de un posible rebrote y piden que la del miércoles sea la última prórroga. Por ejemplo, ERC habla de modificar la Ley de Salud Pública, un instrumento que no conllevaría la recentralización de competencias ni el mando único en el Ministerio de Sanidad. “Necesitamos un mecanismo más quirúrgico”, ha advertido Vilalta.

Sobre el retorno de competencias, la principal condición que el independentismo pone encima de la mesa para valorar una posible abstención -Junts per Catalunya también se abre a negociar en este sentido-, desde Esquerra explican que están trabajando en una enmienda para que la última palabra de la desescalada la tenga la Generalitat, con el president Torra y la consellera Alba Vergés, al frente. Sin embargo, el acuerdo sigue “lejos”.