La crisis del coronavirus obliga a aplazar 70.000 operaciones en Cataluña

La pandemia de coronavirus y la crisis derivada han supuesto un severo golpe en el sistema sanitario catalán, con problemas crónicos como las listas de espera o la falta de médicos a raíz de los recortes de hace casi una década. El Covid-19 ha trastocado los planes previstos y ha obligado a aplazar hasta 70.000 operaciones no urgentes que ahora hay que programar. Así lo ha admitido la consellera de Salut, Alba Vergés, en una comparecencia telemática para dar cuenta de su gestión ante los distintos grupos parlamentarios.

En concreto, la actividad quirúrgica en Cataluña se ha podido mantener de forma “reducida” y se han realizado 34.000 intervenciones, un 51% respecto al mismo periodo de 2019. Un porcentaje que demuestra la incidencia del coronavirus y la consiguiente saturación del sistema público, que llegó a estar contra las cuerdas en los peores momentos de la pandemia. La mayoría de las operaciones realizadas estos meses han sido oncológicas o urgentes.

La crisis del coronavirus también se ha notado en las visitas al especialista (53% respecto hace un año) o las pruebas (36%), siempre no urgentes. El objectivo ahora es reorganizar las operaciones, diagnósticos y visitas aplazadas, un reto “importantísimo” que “no se revierte en dos días” y más teniendo en cuenta que la incidencia de la Covid-19 “no ha terminado”.

Actualmente, permanecen en UCIs 144 personas -un 13% en la sanidad privada-, una cifra baja teniendo en cuenta el total de pacientes de los peores momentos de la epidemia, con más de 1.000 enfermos críticos ingresados. Unos 10.000 profesionales sanitarios de Cataluña se han contagiado durante los dos últimos meses de pandemia, lo que supone un 5 % del total, aunque los que han dado positivo han sido el 15%, según datos de Salut.

El desconfinamiento se ha convertido en “concurso de fases”

El proceso de desconfinamiento se ha convertido en un “concurso de fases”, que suponen un “lío mental” para los ciudadanos, ha considerado en la misma comisión la consellera de Salud, Alba Vergés. A su juicio, la desescalada va “más allá de la fase en la que estamos, la gente ha de entender el virus y la epidemia” y que puede volver a afectar si no se es prudente en el distanciamiento y el uso de la mascarilla y otros medios de protección.

La consellera ha llegado a decir que las fases de desconfinamiento “son un dolor de cabeza” y un “desgaste intenso” y que desde su departamento se da prioridad a otro tipo de información a los ciudadanos, con mensajes sencillos para “ir avanzando en la desescalada manteniendo medidas de seguridad”.