PDeCAT

El PDeCat activa sus primarias para enfrentarse a Puigdemont en las elecciones catalanas

Àngels Chacón, la exconsellera purgada por Torra del Govern, se postula como la principal candidata del partido a la Generalitat

La consellera Àngels Chacón
La consellera Àngels Chacónlarazon

El PDeCat ha activado la maquinaria electoral. Cerrada prácticamente toda opción a un acuerdo electoral con el partido de Carles Puigdemont (JxCat), menos aun teniendo en cuenta que las relaciones se han ido deteriorando con el paso del tiempo, el partido heredero de Convergència ha emprendido el camino hacia las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero en solitario. Àngels Chacón, la exconsellera de Empresa purgada por Torra del Govern, se postula como la principal candidata a la Generalitat.

De momento, el PDeCat ha fijado hoy el calendario del proceso de primarias. Entre el miércoles 14 y el 21 de octubre estará abierto el plazo para presentar candidaturas; entre el 22 y el 28 de octubre se desarrollará la campaña -cada candidato podrá exponer su proyecto; y, del 29 de octubre al 1 de noviembre se llevarán a cabo las votaciones. El lunes 2 de noviembre se dará a conocer el vencedor.

Como condición para que alguien pueda optar a formar parte de las primarias, debe contar con el aval de 1.000 asociados. El PDeCat tiene previsto en los próximos días dar a conocer el balance de bajas que ha registrado el partido tras el divorcio con Puigdemont, aunque ha conseguido mantener una importante estructura territorial con alcaldes de algunas ciudades importantes.

De esta manera, el PDeCat, que cuenta con el importante respaldo de Artur Mas, enfila la carrera electoral y, salvo cambio de última hora, se enfrentará al partido de Puigdemont. A nivel interno, en el partido heredero de Convergència contemplan obtener en torno a seis escaños en el Parlament. Mas, recientemente, aseguró que su deseo es que la formación obtenga una representación significativa y que JxCat venza en las elecciones.

El papel de Mas en la campaña electoral será importante porque mantiene capacidad de arrastre. En las últimas semanas ha vuelto a cobrar presencia pública tras meses desaparecido de la primera línea para evitar influir en las negociaciones entre el PDeCat y JxCat. Sin embargo, al fracasar las negociaciones para una integración de ambas formaciones, ha regresado a escena y con fuerza: hizo una comparecencia de prensa en la que se mostró crítico con JxCat, ha hecho una ronda de entrevistas con medios de comunicación y el viernes participó en una rueda de prensa junto a Puigdemont y Torra desde Perpiñán para cargar contra el Estado y la “represión” -en su caso, porque fue inhabilitado por el 9-N-.

Lo cierto es que la fragmentación del espacio convergente puede acabar perjudicando las aspiraciones a la victoria de Puigdemont. Si JxCat venció por la mínima en las elecciones del 21 de diciembre de 2017 -12.000 votos con respecto a Esquerra-, la división con el PDeCat y la posible concurrencia de partidos de la órbita de la extinta Convergència -PNC, Lliures, Convergents o Lliga Democràtica- puede restar votos determinantes.