Cataluña
La relación entre Esquerra y JxCat: ¿Qué opina Puigdemont de Aragonès?
El expresidente de la Generalitat aludió con recriminaciones al candidato republicano en sus memorias
Las relaciones entre Esquerra y JxCat están muy dañadas, como ha quedado de manifiesto en los últimos tiempos en la política catalana. No obstante, se puede ampliar el “zoom” para también tratar de constatar cómo son las relaciones entre algunos de los miembros más importantes de cada partido. Ahora, en plenas negociaciones entre republicanos y posconvergentes para desbloquear la investidura, cabe fijarse en Pere Aragonès y Carles Puigdemont, los dos principales protagonistas. Y, atendiendo a los fragmentos en los que el expresident de la Generalitat alude en sus memorias al candidato republicano, se puede obtener una meridiana fotografía de las relaciones y se pueden encontrar pistas sobre las dificultades para un acuerdo ahora.
En este sentido, la primera referencia de Puigdemont sobre Aragonès data del martes 26 de marzo de 2016. En aquel momento, el líder de JxCat apenas llevaba dos meses y medio como president (desde el 10 de enero) y la coalición de gobierno entre Convergència y Esquerra estaba aún estrenándose. Puigdemont menciona a Aragonès en un pasaje en que explica cómo afrontar el diseño de los presupuestos para 2017.
Aragonès ejercía de secretario de Economía (número dos de Oriol Junqueras en la conselleria de Economía) y Puigdemont relata un encuentro con él para hablar de presupuestos ya que el dirigente republicano era el responsable de elaborarlos. “El president juzga que Aragonés hace una exposición técnicamente brillante, muy bien preparada, da su beneplácito, y les pide que a partir de ahora trabajen en cuál sería la distribución departamento por departamento, para que, de ese modo, se pueda empezar a discutir políticamente qué movimientos hay que hacer. Quiere ver si Aragonès y Junqueras han premiado a los departamentos de ERC. «Son de un autonomismo modélico», piensa. Son unos presupuestos —cree— que no difieren mucho de los que hacía aquella Convergència más prudente”, valora en el libro (un dietario escrito por el periodista Xevi Xirgo).
El candidato de Esquerra pasa totalmente desapercibido en el primer tomo de las memorias (publicadas por La Campana) de Puigdemont (recogen 2016 y 2017) ya que esa es la única mención. Y la valoración que hace de él parece positiva, más allá de la crítica que lanza al definir sus presupuestos como “autonomistas” y “convergentes”. Ya en el segundo tomo (2018 a 2020) hay más presencia de Aragonès y las críticas son elocuentes.
Puigdemont cita al dirigente de Esquerra el martes 2 de enero de 2018 en plenas conversaciones para la investidura telemática, finalmente frustrada el 30 de enero. Marta Rovira (secretaria general de ERC), Aragonès y Roger Torrent (expresidente del Parlament) mantienen una reunión por videollamada con Puigdemont: tanto Aragonès como Torrent, según las memorias del líder de JxCat, empiezan a mostrar su oposición a la visión de Puigdemont sobre cómo proceder con su investidura desde Bruselas.
Puigdemont plantea constituir el Parlament y ser elegido president y si España no lo permite, no se sigue adelante con la legislatura. “Si no nos dejan escoger, lo frenamos todo. Debemos utilizar sus reglas de juego para llevarlos al colapso”, expresa. Este planteamiento parece no ser compartido por Torrent y Aragonès, que le replican que “ahora quizás no es el momento de la confrontación y le preguntan qué pasará si no puede ser escogido presidente”. “¿Cuál será la alternativa a tu investidura?”, le preguntaron. “La reunión no ha ido bien. (Puigdemont) sale preocupado (de la reunión)”, zanja Xirgo.
Esta mención es el preludio de lo que expresará Puigdemont meses después sobre Aragonès. El miércoles 14 de noviembre de 2018 mantienen un encuentro en Bélgica: “Va bien, pero Puigdemont no ha se ha ahorrado algunos reproches que ha considerado oportunos”, relata Xirgo. “De hecho, Aragonès ha venido (a Bélgica) sin voluntad y se le notaba”, comentó Puigdemont. “Ha venido forzado porque le han casi obligado a venir. Días atrás le dije a Xavier Vendrell (ERC) (...) que ya estaba harto. Le dije que no podía ser que el president Torra hubiera estado en siete ocasiones en Lledoners (cárcel) a ver a Junqueras, reconociéndole su liderazgo, y que Aragonès no haya venido nunca aquí”, expone el expresident de la Generalitat.
Y Puigdemont relata qué le dijo a Aragonès: “Has tardado demasiado en venir porque esta reunión se debería haber producido hace mucho tiempo. Y quiero que sepas que me siento menospreciado por vosotros. No me reconocéis el liderazgo, cuando nosotros reconocemos el vuestro. Es inexplicable lo que estáis haciendo. Quiero que sepas que tengo mucha paciencia. Pero que la tendré hasta la sentencia, y que después ya veremos qué hago. Porque es indignante. ¿Cómo puede ser que el presidente del Parlament (Roger Torrent) no haya pisado Waterloo? (...) ¿Cómo puede ser que el president Torra haya venido a expresar su apoyo a los exiliados y Torrent no lo haya hecho?”.
Lo cierto es que en este último fragmento pueden encontrarse también algunas respuestas a las dificultades para la investidura ahora de Aragonès. Y es que más allá de las diferencias estratégicas e ideológicas entre Esquerra y JxCat, las relaciones personales entre los líderes de ambas formaciones también están muy dañadas.
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