Bloqueo catalán

ERC llama a su militancia para presionar a Puigdemont con la investidura

Los postconvergentes se defienden y aseguran que siguen negociando para un acuerdo “lo antes posible”. Los republicanos convocan asambleas por todo el territorio tras remitir a JxCat una propuesta global

El vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, esta semana
El vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, esta semanaAndreu DalmauEFE

Nuevos y tímidos movimientos en la política catalana, que acumula dos meses de parálisis tras los comicios del 14-F. Esquerra ha apostado desde el minuto uno por un Ejecutivo de corte independentista y lleva semanas urgiendo a JxCat, el partido de Puigdemont, a cerrar un acuerdo de Govern «cuanto antes». A las prisas de los republicanos, los postconvergentes han respondido bloqueando la investidura de Pere Aragonès y dilatando las negociaciones. Ahora, y pese a que ambos partidos no se reúnen desde hace ocho días, ERC ha hecho llegar en la última semana una propuesta global a Junts para trabajar y ha llamado hoy a la militancia republicana para «compartir información con las bases», «escuchar su valoración», «analizar en qué punto están las negociaciones» y «desgranar el documento» que se ha trasladado al partido de Puigdemont.

En concreto, ERC ha convocado 13 asambleas por todo el territorio a las que están llamadas un total de 9.700 personas desde este jueves y hasta el martes, que concluirán en Barcelona y su área metropolitana. Un gesto que puede interpretarse como una medida de presión más del partido de Aragonès hacia los postconvergentes después de deslizar que no había habido ni respuesta ni ningún avance al respecto.

De hecho, las posiciones siguen enconadas y JxCat ha dado la réplica y ha explicado su postura a través de un comunicado difundido a los medios: «Los contactos y los trabajos internos no han cesado» y estos días seguirán las reuniones para llegar a un acuerdo «lo antes posible», han asegurado los postconvergentes ofreciendo su versión de lo acontecido para tratar de contrarrestar las críticas por su supuesta ralentización. Un gesto inaudito en estas negociaciones, envueltas de proclamas de «discreción» especialmente tras la investidura fallida de Aragonès.

La propuesta de ERC remitida a JxCat en los últimos días incluye «a grosso modo» varias iniciativas sectoriales conjuntando ambos programas, un esbozo de hoja de ruta del «procés» basado en un «Estado Mayor» –una especie de sanedrín independentista– vinculado al Consell per la República y en el que estén partidos y entidades y varios mecanismos de coordinación entre formaciones.

Sin embargo y a la espera de concretar estos aspectos – desde las filas de ERC ponen en entredicho la voluntad de JxCat de acelerar las conversaciones para formar Govern y de momento no perciben «ningún cambio», según citan fuentes a Efe– existen otras diferencias de calado entre ambos socios del actual Ejecutivo: la posición en el Congreso –el partido de Puigdemont quiere que sea conjunta y Aragonès lo rechaza de plano–, la estructura del Govern y el reparto de funciones, áreas que aún no se han abordado.

También el papel de la CUP tras el pacto con Esquerra, aunque los postconvergentes han especificado este jueves que su intención es «converger en un acuerdo entre tres formaciones políticas». Es decir, entre JxCat, los republicanos y los antisistema. El horizonte límite para evitar la repetición electoral sigue siendo el 26 de mayo.