Cataluña

Borràs, Puigneró y dirigentes de JxCat darán plantón al acto de los indultos de Pedro Sánchez en Barcelona

El independentismo radical ha organizado protestas para boicotear la visita del presidente del Gobierno

El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró (d), junto a la presidenta de la cámara catalana, Laura Borràs (i), durante la sesión de control ante el pleno del Parlament.
El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró (d), junto a la presidenta de la cámara catalana, Laura Borràs (i), durante la sesión de control ante el pleno del Parlament.Andreu DalmauAgencia EFE

Los indultos no han sentado nada bien en ciertos sectores del independentismo. Ya lo desveló la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzié, cuando reconoció que la medida de gracia “desarmaría” al separatismo y, ahora, los dirigentes de JxCat vuelven a dar evidentes muestras de ello, plantando y despreciando el acto de Pedro Sánchez del lunes en Barcelona, donde expondrá su plan para desencallar la crisis política en Cataluña y dará explicaciones sobre los indultos.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, y el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, así como dirigentes de JxCat de peso como Aurora Madaula y Elsa Artadi ya han salido a anunciar en cascada por redes sociales que rechazan la invitación que han recibido en las últimas horas para asistir al acto, que se celebrará el lunes a las 12 horas en el Liceu.

Puigneró ha sido el primero en rechazar su asistencia. “Indultos, sí. Propaganda, no”, ha expresado en tuit. El vicepresidente de la Generalitat, una figura muy próxima a Carles Puigdemont, da así su bienvenida a la medida de gracia para liberar a los presos independentistas, pero rechaza la visita de Sánchez, que busca explorar un “reencuentro” con la sociedad catalana tras los años de tensión y enfrentamiento entre la administración catalana y española. Ese escenario contrasta, precisamente, con la estrategia de la confrontación que propugnan los posconvergentes.

Borràs, en cambio, se ha mostrado algo más dura al poner en duda la voluntad de “reconciliación” de Sánchez y reprochar que el mismo lunes estará acompañando a exaltos cargos de la Generalitat a la Ciudad de la Justicia a declarar como investigados. En este sentido, ha pedido una solución para los “3.000 represaliados”, en alusión a todos los políticos y activistas independentistas con problemas con la justicia por el “procés”. Artadi y Madaula también se han expresado en la misma línea y han compartido el mismo mensaje que la presidenta del Parlament.

Lo cierto es que este movimiento de JxCat también compromete en cierta medida a Esquerra, que todavía no ha revelado si va a acudir. Los republicanos han dado importantes muestras de su voluntad por rebajar la tensión con las instituciones del Estado: incluso, con la Casa Real, como se ha puesto de manifiesto en las jornadas del Cercle d’Economía, donde el president evitó un plante de la Generalitat con el Rey Felipe VI.

Este giro con la Casa Real también ha evidenciado que los republicanos se dejan cada vez menos condicionar por las presiones de JxCat y apuestan con más firmeza por ir imponiendo su criterio y su línea estratégica en el gobierno catalán, que pasa, ahora, por atemperar el clima político en Cataluña y el diálogo con el Gobierno.

Protestas

En paralelo, el independentismo radical ha organizado ya protestas contra la visita de Sánchez. “Paremos la farsa del lunes”, claman en un cartel Poble Lliure y La Forja, dos organizaciones de la órbita de la CUP.

Las protestas también han recibido el respaldo del anterior vicepresidente del Parlament y abogado de Carles Puigdemont, Josep Costa. A través de las redes sociales, Costa ha pedido directamente tratar de impedir el acto de Sánchez mediante una concentración pacífica.