Cataluña

El PSC estrecha el cerco sobre TV3: exige acabar con insultos como “puta España”

Reclama adoptar medidas contra manifestaciones públicas de presentadores que comprometan la “imparcialidad” de los medios públicos

Edificio de TV3
Edificio de TV3La Razón

El PSC de Salvador Illa ha puesto en el punto de mira a TV3. De hecho, la refundación de los medios públicos catalanes se ha convertido en una de las prioridades de los socialistas catalanes para esta legislatura y, por ello, desde el primer minuto han iniciado una ofensiva: ahora, han presentado una iniciativa que exige acabar con los insultos que atentan contra el “respeto y la convivencia”, como el “Puta España”, que se ha escuchado en alguna ocasión en alguno de los programas.

La iniciativa, que es una propuesta de resolución liderada por la diputada Beatriz Silva y que será debatida y votada próximamente en el Parlament, exige mantener una “observancia rigurosa” del Libro de Estilo sobre expresiones que se utilizan en los medios públicos, como los insultos o descalificaciones; adoptar medidas correctoras para “desmarcarse de aquellas expresiones que puedan comprometer la imparcialidad y dañar la imagen de los medios públicos de comunicación de Cataluña ante la ciudadanía”; y, adoptar medidas para que las manifestaciones públicas de presentadores y colaboradores de TV3 “no vulneren el Libro de Estilo comprometiendo la imparcialidad y los valores de servicio público”.

En este sentido, los socialistas catalanes recuerdan casos como el del presentador Jaïr Domínguez, que, a través de las redes sociales, ha reiterado la expresión “puta España” sobre cosas de actualidad “que nada tienen que ver con el humor”. Domínguez copresenta el programa de humor “Està passant” en TV3. El PSC quiere acabar con el uso que se hace de los programas de humor en TV3 para proferir insultos.

El objetivo del PSC, según explica Silva, pasa por “despolitizar” TV3 y, hasta que no se entre a fondo a hacer cambios, tampoco entrarán a negociar con Esquerra y JxCat la renovación de la dirección de la Corporación de Control de Medios Audiovisuales (CCMA). “Esta renovación no se puede hacer repartiendo cargos”, aduce Silva.

Lo cierto es que los socialistas catalanes han impuesto 12 condiciones para poder abordar cualquier diálogo con los independentistas sobre TV3. Así, el primer punto pasa por “restablecer las misiones de servicio público” que la Ley encomienda a la CCMA para garantizar “la transmisión de una información veraz, objetiva y equilibrada, respetuosa con el pluralismo político, social y cultural”. El segundo pasa por los órganos de gobierno de la CCMA y del Consell de l’Audiovisual. El tercero pasa por la elaboración de un plan estratégico integral y el cuarto por la redacción y aprobación del contrato-programa de la CCMA.

El quinto punto pasa por reconstruir los “vínculos de confianza” con la sociedad catalana tras el desprestigio que ha sufrido estos años TV3; el sexto por una reestructuración organizativa que analice los costes estructurales; la séptima por la restructuración técnica y operativa; el octavo por implementar estrategias que permitan concentrar esfuerzos para poder responder “a un mercado cada vez más dinámico y competitivo”; el noveno por defender la construcción de una plataforma con participación de todos los operadores públicos del Estado para “configurar una oferta lineal y un catálogo que muestra la riqueza de los pueblos de España”; y, el décimo por la reactivación de la capacidad de generar ingresos por publicidad de TV3.

Finalmente, el punto 11 pasa por convertir la CCMA en “pieza clave” para la construcción del nuevo Hub audiovisual de Barcelona y el punto 12 pasa por “mejorar los mecanismos de control y evaluación” de TV3.