Cataluña

La CUP dinamita el bloque independentista en Cataluña

Los anticapitalistas enmienda los presupuestos al considerar que son “insuficientes y continuistas”

El destino de la política catalana ha quedado en manos de 462 personas: los militantes de la CUP que han votado contra la tramitación de los presupuestos de la Generalitat y que, si nada lo remedia antes del lunes, puede derivar en un cambio de alianzas tras más de diez años de «procés» marcado por la dinámica de bloques entre independentistas y constitucionalistas. Un 63% de las bases de los anticapitalistas ha defendido presentar una enmienda a la totalidad, aunque un 68% también ha apostado por seguir negociando hasta el 22 de noviembre, fecha de la celebración del debate en el Parlament.

Lo que sí queda claro es que la CUP rechaza por «insuficientes» las cesiones actuales del Govern porque un 94% de los militantes considera que necesitan más cosas para poder aprobar los presupuestos de forma definitiva. Esto obliga ahora al ejecutivo catalán a empezar a explorar alternativas, aunque en las últimas horas ha evitado dar ese paso y ha tratado de salvar el apoyo de la CUP. ¿Cómo? Manteniendo una reunión en el Palau de la Generalitat, en la que han participado Pere Aragonès y el conseller de Economía, Jaume Giró, con representantes de la CUP para ver cuáles son sus exigencias. De ahí, los anticapitalistas también han reunido a sus órganos de decisión para ver cómo afrontar las próximas horas.

Lo cierto es que el Govern defiende que los presupuestos contienen el despliegue del 50% del acuerdo de investidura. En este sentido, en el ejecutivo catalán se hace referencia a medidas tan sensibles como la desprivatización del teléfono de emergencia 061; la puesta en marcha de una energética pública; o, la activación de la Renta Básica Universal. Además, también ha trascendido que la Generalitat estaría dispuesta a retirar de los presupuestos las partidas destinadas al macrocomplejo de ocio Hard Rock (120 millones) de Salou y a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 (800.000 euros) en los Pirineos. Si bien, en este punto, cabe señalar que los cuperos no tienen representación municipal en las zonas que afectaría ambos proyectos, un aspecto que algunos miembros del Govern reseñan porque los anticapitalistas lo han impuesto como línea roja y tienen poco apoyo.

Sin embargo, parece del todo insuficiente para los cuperos, que son muy críticos con la acción política del Govern en general (tanto a nivel social como político) y consideran que la Generalitat ha hecho pocos esfuerzos por elaborar unas cuentas más expansivas: por ejemplo, echan en falta un aumento de los impuestos. Asimismo, en materia habitacional, piden llegar a los 1.000 millones en lugar de los 750 millones presupuestados; en sanidad quieren más dinero para la atención primaria, que se queda en el 17% del presupuesto de Salud cuando piden llegar al 25%); o, la reindustrialización (contraponiéndolo a los macroproyectos, como la ampliación de El Prat, los Juegos Olímpicos o la Fórmula 1).

Los cuperos, en todo caso, señalan una «triple enmienda»: «a la relación con el Estado y el PSOE», a las políticas sociales que responden a «un modelo sociovergente» y «a unos presupuestos continuistas». En este sentido, la CUP también ha demostrado peor relación con JxCat que con Esquerra poniendo a Giró (conseller de Economía de JxCat) en el punto de mira y dejando a un lado prácticamente las carteras más sensibles de Esquerra.

PSC y Comunes esperan turno por si falla la CUP. Esquerra quiere evitar a ambas formaciones porque entiende debilitaría su posición en Madrid. En JxCat prefieren optar por aparcar a la CUP ya.