Carta de la familia de Canet: “Sentir el odio, la intimidación, las amenazas en la propia piel es muy duro”

“Somos la familia de Canet de Mar de la que se ha estado hablando durante la semana pasada por haber solicitado, como tantas otras familias catalanas, la educación bilingüe en castellano y en catalán. No es nuestro interés irrumpir en la escena pública. Por ello pedimos que se respete nuestra voluntad de no convertirnos en un elemento mediático. Gracias de antemano”.

Así rompe su silencio la familia de Canet que solicitó un 25% de castellano para su hijo de 5 años en la escuela Turó del Drac de la localidad a través de una carta pública, que ha difundido la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), en la que relata lo sucedido -”Sentir el odio, la intimidación, las amenazas, el señalamiento es muy duro”-y se muestran firmes en la reclamación de sus derechos. “Hay que dejar de tragar y reclamar nuestros derechos”.

En el mensaje, redactado en catalán y castellano -”¡somos bilingues!”- la familia de Canet dedica parte del texto a explicar lo sucedido desde su punto de vista, manda varios mensajes a la escuela, familias y compañeros, y también denuncia la posición de la Generalitat. En este sentido, lamenta que el Govern les haya señalado “como culpables de querer acabar con el catalán” y que Cambray visitara la escuela de Canet para protestar contra la decisión del TSJC, pese a que no es la única escuela en la que se ha decretado el 25%.

“El derecho a una escolarización bilingüe se nos reconoció en el mes de octubre y el Govern ha considerado ahora que era el momento de interrumpir la ‘calma tensa’ después del ‘procés’, agitar banderas” y convocar protestas”, resumen los padres en una misiva distribuida por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), la entidad que representa a las familias a favor del bilingüismo desde 2014.

Así, acusan al consejerode Educación de la Generalitat de poner encima de ellos el foco y querer “calentar el ambiente para las protestas”, atizando “sentimientos de odio entre la población”.

“El Govern -y no solo él- miente cuando explica que el modelo legal en Cataluña es el de la inmersión lingüística. Esto es falso”, y apelan a la sentencia firme del TSJC confirmada por el Tribunal Supremo fija que un mínimo del 25% de la enseñanza se debe impartir en castellano.

Los padres, que rompen su silencio tras días de fuerte polémica y campaña de hostigamiento en contra, también explican cómo tomaron la decisión de reclamar más presencia de castellano para su hijo de 5 años. “Llevábamos tiempo debatiendo en casa si pedir o no la escolarización bilingüe: ‘Ahora no es el momento’, ‘El ambiente está muy crispado’, ‘El nacionalismo…’, ‘El procés…’, ‘¿Nos señalarán?’, ‘¿Nos amenazarán?’, ‘¿Nos harán bullying?”, ‘Tiene sólo 3 añitos’. Ya os podéis imaginar”, indican.

Tras la pandemia decidieron dar el paso, acudieron a la AEB e iniciaron el periplo judicial que ha desembocado en un caso cabeza de turco, que se ha cruzado con la sentencia marco a favor del 25% de castellano en todo el sistema público catalán. “Definitivamente, el calendario no es nuestro amigo. Nos ha tocado a nosotros ser los primeros a los que les corresponde aplicar lo del 25% después de que se ordenase a la Generalitat cambiar el sistema educativo catalán”. “¿Si se ha de aplicar en toda Cataluña, qué más da si toca o no ahora en Canet de Mar?”, se preguntan.

“Romper la espiral del silencio”

“Sentir el odio, la intimidación, las amenazas, el señalamiento en la propia piel es muy duro”. Ante ello, la familia asegura que hay que “recuperar el buen ambiente” en el entorno escolar y pide a todos los padres que les han apoyado que rompan el silencio y digan en público lo que dicen en privado. “Nadie quiere ser héroe (desde luego nosotros tampoco) ¡queremos ser padres!, pero para que nuestra sociedad sea libre debemos vencer esta espiral de silencio que nosotros mismos creamos”.

“Hay que dejar de tragar y tragar y tenemos que ser capaces de ser valientes para decir lo que uno piensa, levantarse para hacerlo y reclamar democráticamente nuestros derechos. Es tiempo de construir una escuela de todos, inclusiva de verdad”, zanjan.