Municipal
Cisma en Barcelona: el PSC reniega de la superisla estrella de Colau
Los socialistas intentan desmarcarse de la supermanzana del Eixample a falta de un año para las elecciones
A falta de poco más de un año para las elecciones municipales, toca marcar perfil propio. Y el PSC ha decidido hacerlo en un tema tan sensible como uno de los proyectos estrella de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau: la superisla del Eixample(o supermanzana). El presidente del grupo, Jaume Collboni, sin embargo, ha preferido quedarse en un segundo plano y dejarle el papel a Laia Bonet. La regidora socialista ha expresado sus dudas sobre el proyecto e incluso sobre si el nuevo urbanismo, tal y como reivindican los comunes, es heredero del Eixample ideado por Idelfons Cerdà. Por ello, el PSC rechaza tender el modelo de pacificación pensado por la calle de Consell de Cent en toda la trama del distrito.
“No debemos querer sólo anécdotas, sino que debemos hacer compatible incrementar el verde y luchar contra la polución con la movilidad sostenible”, ha dicho la teniente teniente de alcalde de Agenda 2030, transición digital, deportes y territorio, Laia Bonet, en una entrevista en betevé. A su juicio, el modelo a seguir es el de la pacificación prevista en la calle de Pi i Margall, en la que sí hay carriles definidos, no se expulsa al coche, está previsto que circulen autobuses y también hay un carril bici.
De hecho, las políticas de movilidad y urbanismo han tensado las relaciones internas entre los comunes y los socialistas. Colau quiere tener casi a punto su “nueva ciudad” para las elecciones y el PSC preferiría que los comunes no capitalizaran las inauguraciones que, al fin y al cabo, cuentan con el beneplácito de la ciudadanía. “Hay diferencias en los ritmos”, admitió la teniente de alcalde en referencia a las palabras de la teniente de alcalde de urbanismo, Janet Sanz, quien aseguró que en esta materia el gobierno municipal era un bloque.
“¿Podemos permitirnos un Consell de Cent?”, se ha preguntado Bonet. “Sí, sin duda, pero nos gusta más pensar en lógicas como Pi y Margall, donde se combina la pacificación con el paso del transporte público”. La teniente de alcalde ha pedido tiempo para trabajar más allá de lo que se propone por Consell de Cent para “ajustar, reconsiderar y volver a ajustar, si hace falta”. “No puede ser una lucha contra el coche”, ha dicho. Bonet ya expresó la semana pasada en una comisión de estudio el temor a que la supermanzana del Eixample lleve gentrificación y desigualdad entre calles.
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