Cara o cruz

Ultimátum de Illa a Aragonès con los presupuestos

El líder del PSC, Salvador Illa, emplaza al Govern a aceptar los tres macroproyectos que defienden los socialistas o bien a cambiar de socios

Salvador Illa observa al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión parlamentaria. EFE/Enric Fontcuberta
Salvador Illa observa al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión parlamentaria. EFE/Enric FontcubertaEnric FontcubertaAgencia EFE

El PSC ha optado por llevar al límite la negociación de los presupuestos de la Generalitat con ERC. Harto de que el Govern dé largas al impulso de tres macroproyectos en Cataluña (la ampliación del aeropuerto de El Prat, la construcción del complejo de ocio Hard Rock en Salou y el Cuarto Cinturón), el líder del PSC, Salvador Illa, ha decidido plantarse. «Basta ya de esconder la cabeza debajo del ala y de posponer las decisiones que no son cómodas», dijo Illa en un acto de su partido en Premià de Mar (Barcelona).

El líder de los socialistas catalanes no está dispuesto a renunciar a estos tres macroroyectos —que para él son «de mínimos»— y exige, en consecuencia, que los presupuestos de la Generalitat incluyan partidas para su financiación. De lo contrario, advirtió Illa, el Govern deberá buscar otros socios (Junts) y otros caminos para conseguir aprobarlos.

Hasta ahora, Illa había dejado el protagonismo a los negociadores del PSC y, en particular, a su portavoz parlamentaria, Alícia Romero. Pero a la vista de que las advertencias de esta dirigente no son tomadas en consideración por el Govern, el líder del PSC ha optado por lanzar en persona un ultimátum a ERC.

El gabinete de Pere Aragonès ha esquivado hasta ahora en la negociación todo lo relacionado con la ampliación de El Prat, con el complejo de ocio Hard Rock y con el Cuarto Cinturón, puesto que estos proyectos causan rechazo y divisiones dentro de su partido. Se niega ERC, por ejemplo, a alargar la tercera pista del aeropuerto de Barcelona con el argumento de que afecta a una zona natural (La Ricarda) y se opone también al Hard Rock con el pretexto de que genera «un modelo de desigualdad económica y social».

Tiene ERC diputados en sus filas que se han sumado a la plataforma «Frenemos Hard Rock» y se expone, por tanto, a que estalle la división en su partido si impulsa este complejo de ocio de la mano del PSC.

Los socialistas, por su parte, han llegado a la conclusión de que no pueden regalar a ERC los presupuestos de la Generalitat sin apuntarse el tanto de poner en marcha los tres mencionados macroproyectos. Aspiran los socialistas a capitalizar el éxito de una Cataluña que genera prosperidad y emplazan a ERC a asumir esta estrategia. «No se puede desgajar una parte de nuestras propuestas para decir esta sí y esta no. A partir de ahí, el PSC tiene poco más que añadir. El que tiene que hablar ahora es Pere Aragonès», pidió Illa al presidente de la Generalitat.

Contexto preelectoral

Hasta ahora, el Govern se ha dedicado a presionar al PSC diciendo que la negociación estaba muy avanzada e incluso a cifrar los acuerdos en «un 87%» de los puntos planteados en la mesa. Pero los socialistas se resisten a sucumbir a este abrazo del oso porque no ven ninguna ventaja en términos partidistas a entregar los presupuestos de la Generalitat sin algo que vender electoralmente en las próximas elecciones municipales del próximo 28 de mayo.

«En Cataluña hay demasiada gente que echa en falta el pasado reciente para evitar enfrentarse al futuro. Hay que decidirse hoy con las cosas que sirven para mejorar el futuro», argumentó Illa respecto a la necesidad imperiosa de tomar medidas que impulsen la economía catalana. Qué sentido tiene si no —se preguntó el líder del PSC— aprobar unos presupuestos que no incluyan una potente inversión pública para llevar a cabo proyectos que pueden hacer «mucho bien» a Cataluña y que cuentan, subrayó, con el adecuado respeto medioambiental y con suficientes apoyos políticos en el Parlament y en el territorio.