Tradiciones

Cómo se celebraba antiguamente san Valentín en Cataluña

En algunas zonas interiores las madres invocaban al santo para que hiciese hablar pronto y claro a sus hijos

San Valentín
San Valentín.

De san Valentín se tienen solo borrosas noticias, y la más repetida habla de que fue un sacerdote romano decapitado en el siglo III. También se cree que su sepultura estuvo en la Vía Flaminia, donde se erigió una iglesia que hoy apenas se reconoce. Pese a ello, san Valentín fue un mártir muy popular en Roma, hasta el punto de que dio nombre a una puerta de las murallas de la ciudad.

Pero ¿qué tiene que ver con los enamorados este santo, cuya festividad se ha retirado del santoral litúrgico actual, aunque se sigue permitiendo su culto local, pues la fiesta que el calendario católico celebra el 14 de febrero es la de los santos Cirilo y Metodio?

Y es aquí donde empiezan las leyendas. La primera y más extendida cuenta que san Valentín se opuso a una orden del emperador romano Claudio II, según la cual se prohibía casarse a los jóvenes, por considerar que los solteros sin familia eran mejores soldados, puesto que no tenían ataduras ni vínculos sentimentales. Al no estar de acuerdo con esa orden, el sacerdote Valentín comenzó a celebrar en secreto matrimonios para los jóvenes enamorados, consiguiendo de paso que muchos de ellos se convirtieran al cristianismo. Pero fue descubierto y arrestado. En la cárcel obró el milagro de devolverle la vista a Julia, la hija del oficial encargado de custodiarle, pese a lo cual fue decapitado el 14 de febrero del año 270. Cuenta también la leyenda que Valentín, que se había enamorado de la joven Julia, le envió a esta una nota de despedida en la que firmaba así: “De tu Valentín” (de donde proviene la expresión anglosajona “From your Valentine”, empleada como rúbrica en las cartas de amor). Y en señal de agradecimiento, Julia plantó un almendro junto a la tumba de Valentín; de ahí tal vez que este árbol, el primero en florecer, se convirtiera en símbolo del amor.

La segunda leyenda vincula a san Valentín con la época en que se aparean los pájaros, que ya el poeta inglés había escrito que tenía lugar por estas fechas: “Porque es el día de san Valentín, cuando cada pájaro escoge a su pareja”. Así, en muchos países, el 14 de febrero pasó a ser el día en que las muchachas elegían novio, con el consiguiente intercambio de regalos, una tradición que la sociedad de consumo no tardó en aprovechar.

San Valentín tiene también algunas curiosas tradiciones en Cataluña. En el Pla de Bages, las madres le invocaban para que hiciese hablar pronto y claro a sus hijos, de ahí que, posteriormente, de los que salían muy charlatanes se decía que su madre les había prometido a san Valentín cuando eran pequeños.

En Manresa, las mozas en edad casadera -y las viudas, que eran muchas en aquellos tiempos- iban a visitar la imagen de san Valentín que se veneraba en el antiguo monasterio de san Benet para pedirle que les encontrase un buen pretendiente. También acudían allí las mujeres casadas que no vivían del todo satisfechas con su matrimonio, a fin de que el santo les procurase la armonía familiar.

Se creía asimismo -y esto enlaza con la leyenda anglosajona ya citada- que el 14 de febrero era el día en que se casaban los pájaros, motivo por el cual se consideraba como un pecado salir a cazarlos y comer carne de paloma. Es más, para festejar el apareamiento, los cazadores de pájaros abrazaron a san Valentín como su patrón.

Por lo demás, san Valentín, probablemente por recordar algún genio primitivo, se relacionaba en muchos lugares con el retorno del buen tiempo, el despertar de la vegetación -que anticipa el florecimiento de los almendros- y el anuncio de la primavera.