Los Mossos d'Esquadra han abatido a un hombre armado que, después de asesinar a su hermano, se había encerrado en su vivienda y disparaba contra los agentes. Según informa La Vanguardia, el suceso tuvo lugar a primera hora del día en Calldetenes, en la comarca de Osona, y terminó con dos fallecidos (los dos hermanos) y hasta cinco policías heridos, tres de ellos de gravedad.

Alrededor de las 7 de la mañana, los vecinos escucharon un disparo procedente de una casa situada entre las calles Folgueroles y Torre de les Aigües, cerca del cementerio de la localidad. Cuando una patrulla de policía acudió al lugar, el sospechoso les recibió a tiros comenzó a disparar e hirió a uno de los agentes en el brazo.

La policía catalana movilizó entonces al Grupo Especial de Intervención (GEI) y trató de abrir un proceso de negociación, ya que existía la sospecha de que la madre del agresor y su hermano pudieran encontrarse aún dentro del domicilio. Según el comunicado oficial de los Mossos, "dado el peligro que podían correr las personas dentro de la vivienda, se pusieron en marcha las operaciones para rescatarlas".

El agresor, atrincherado en el interior, siguió disparando con una escopeta de caza y alcanzó a otros dos agentes del GEI, uno de ellos con una herida grave en el cuello, que requirieron traslado urgente al hospital. Pese a los intentos de los negociadores para que depusiera las armas, el atacante continuó con los disparos, lo que obligó a los Mossos a abatirlo. "Durante la intervención, el hombre disparó contra los agentes del GEI, quienes respondieron utilizando sus armas de fuego, causando su muerte", detalla la policía.

Horas después, la zona seguía cerrada al público mientras los agentes continuaban con las tareas de investigación y seguridad. Dentro del domicilio encontraron viva a la madre y hallaron el cuerpo sin vida del hermano. El acceso a la zona permanece restringido mientras se recogen pruebas en el lugar del crimen.