ERC
La estrategia que ERC debatirá en marzo: tejer una "mayoría social y política" de cara a 2031
La formación atraviesa una profunda crisis estratégica, por lo que en el congreso de marzo tratarán de redefinir su nuevo rumbo
Esquerra Republicana lleva unos meses sumida en una crisis. Aunque condiciona al gobierno de España y al Govern de Cataluña desde fuera como socio de investidura, sus resultados en las últimas citas electorales han sido realmente malos. Además, la campaña para elegir a la nueva dirección del partido en la primera parte del congreso evidenció que hay unas carpetas que la formación ha de resolver: la estructura B, las divisiones internas y, sobre todo, la falta de un criterio unificado sobre la estrategia del partido.
Es en este último elemento, el estratégico, en el que se centrará la segunda parte del congreso, que tendrá lugar el 15 y el 16 de marzo, donde se debatirán distintas ponencias para decidir el rumbo del partido, también a nivel ideológico. A propósito de ello, la formación presentó recientemente la hoja de ruta con aquellas claves que se tratarán en la ponencia estratégica del congreso.
Mayoría social y política
Ante todo, en ERC reconocen que, hoy por hoy, no son mayoría para proclamar la independencia, ni siquiera son la mitad, como parecía en los años álgidos del procés. Se han marcado que, para 2031, que será el centenario del partido, deben tener una mayoría social y política independentista que sirva para hacer efectivo el «derecho de autodeterminación».
Mientras tanto, en lo que sí pueden avanzar, dicen, es en «reducir el poder y la influencia que las instituciones del Estado ejercen sobre los diferentes ámbitos de la vida comunitaria de la ciudadanía catalana», remarca el documento, consultado por este medio, que pone de manifiesto su intención de «reducir el control del Estado sobre los sectores estratégicos». Para ello, consideran que la financiación singular o la condonación de la deuda del FLA son clave.
La fecha clave para ver si se está haciendo efectiva la reducción de la presencia del Estado en Cataluña mientras, poco a poco, se va tejiendo una mayoría social y política, serán las elecciones municipales de 2027. «Trabajar desde el municipalismo no solo permite construir un país más justo y cohesionado, sino también poner las bases para avanzar hacia la plena soberanía nacional», reza el documento congresual.
Una de las maneras de vertebrar esa mayoría es, a ojos de la formación, el catalán. «Se trata del punto de encuentro donde todos son bienvenidos, independientemente de su origen o creencia». Aunque en Esquerra reconocen la complejidad, están dispuestos a poner «toda la energía y capacidad de transformación al servicio de esta causa».
Por otro lado, ERC alerta sobre el supuesto avance de la extrema derecha y el autoritarismo a nivel global, señalando que su llegada al poder ha transformado el debate público y ha supuesto una vulneración de derechos humanos. En este contexto, el partido advierte que «las naciones sin estado» se encuentran en una posición de vulnerabilidad al carecer de poder político, económico y coercitivo. Además, rechaza frontalmente el modelo de catalanidad impulsado por Aliança Catalana, al que ERC acusa de ser excluyente, reaccionario y perjudicial para el independentismo, ya que, lejos de fortalecerlo, lo debilita y lo condena a la irrelevancia.
Por último, en su relación con el PSOE y el PSC, ERC pretende mantener una postura crítica con la estrategia de Pedro Sánchez, a quien acusa de mantener un «falso relato» sobre la gobernabilidad mientras permite prácticas represivas como el espionaje con Pegasus. Aun así, el partido insiste en ejercer su influencia para avanzar hacia la soberanía y la independencia, condicionando su apoyo a mejoras en la financiación de los servicios públicos. En caso de incumplimiento por parte del PSC, advierten que lo señalarán como responsable de la imposibilidad de llevar a cabo reformas esenciales dentro del Estado español que beneficien a Cataluña.
Menos independentista
Por otro lado, Joan Tardà anunció una petición formal a la dirección del partido para que se reconozca una corriente interna creada por él llamada «Àgora Republicana». El objetivo del grupo sería influir en las ponencias de marzo para que el partido «sea más de izquierdas» y que se centre en proclamar la República catalana.
La diferencia entre la República catalana y la independencia sería que, para lograrla, habría que hacerlo únicamente con las fuerzas de izquierdas que promueven políticas sociales y soberanistas. Mientras que, con el objetivo de la independencia, habría que contar con la derecha catalana de Junts, cosa que no quiere Tardà.