ERC lleva al Parlament suprimir la rebaja fiscal para el Hard Rock

La controversia alrededor del macrocomplejo Hard Rock llega de pleno al Parlament al registrar hoy ERC una proposición de ley para eliminar la rebaja fiscal aprobada en 2014 para facilitar la instalación de este centro. El presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, comentó que de esta manera se quiere buscar la supresión de lo que definió como "alfombra roja" que se puso a los promotores de este complejo de casinos y hoteles previsto en Salou y Vila-seca y que arrastraba una rebaja fiscal que, en palabras del republicano, es "inmoral".

Durante las negociaciones para facilitar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, ERC y PSC pactaron que se revertirían esos beneficios fiscales, por lo que el actual jefe del Ejecutivo catalán dio por hecho el aval de los socialistas a esta iniciativa. Con todo, durante su intervención no conocía el detalle del texto, han explicado fuentes republicanas. Illa indicó que la previsión del Govern era llevar esta medida en la ley de acompañamiento de los presupuestos de 2025, por lo que apuntó que si la proposición de ERC va "en la línea" de lo pactado, el grupo del PSC-Units le dará su apoyo.

El texto del acuerdo de investidura fija el compromiso de impulsar durante el primer año de legislatura la tramitación legal para "elevar el tipo impositivo del juego vinculado a los casinos y volver al régimen de fiscalidad anterior" a la ley del Centro Recreativo y Turístico de Vila-seca y Salou.

Illa reconoció que los beneficios fiscales previstos en la actual norma "no tienen sentido", porque debe apostarse por una "fiscalidad justa y equilibrada" en un contexto que nada tiene que ver con el de 2014. La proposición de ley registrada por ERC plantea, en concreto, suprimir los artículos "hechos a medida" para que el Hard Rock fuera una realidad, si bien el proyecto nunca ha llegado a ejecutarse, pese a acumular más de una década en el cajón.

Las modificaciones legales de 2014 daban pie a que los promotores de este macrocomplejo de ocio fueran a pagar solo el 10 % de los impuestos sobre los ingresos procedentes del juego, de forma que pudieran esquivar la tributación común en estos casos, que se mueve entre el 20 % y el 55 %, en función de lo facturado.