
Economía
Feijóo critica ante los empresarios catalanes la alta carga impositiva
El líder del PP denuncia que Cataluña mantiene la mayor presión fiscal y el mayor gasto burocrático de España y promete eliminar trabas a las pymes

E l presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó su visita a Barcelona para lanzar un mensaje directo a los empresarios catalanes: la presión fiscal y la burocracia en la comunidad son un lastre para la competitividad. El líder popular, en un encuentro a puerta cerrada con la junta directiva de Pimec, criticó que la Generalitat presidida por Salvador Illa mantenga el mayor número de tributos propios de España y denunció que Cataluña es la segunda autonomía del país con más gasto administrativo.
«Cataluña tiene un problema más de gestión y no solo de ingresos», subrayó Feijóo, que defendió la necesidad de aplicar «un modelo de gestión eficiente» para devolver prosperidad a la clase media. «Lo que puede funcionar para toda España funcionaría también en Cataluña», apostilló, antes de insistir en que las pymes son «parte fundamental del diálogo social» y la base del tejido económico nacional y autonómico.
Eliminar trabas a las pymes
El líder popular se comprometió a reducir la maraña burocrática que frena el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Su propuesta pasa por elevar hasta los 250 trabajadores el umbral a partir del cual una empresa debe asumir mayores exigencias regulatorias. «No podemos penalizar el talento, la prosperidad y el crecimiento. Hay que poner menos obstáculos a quienes crean empleo», señaló.
Asimismo, criticó que, en 2023, solo se ejecutara el 45% de las inversiones del Estado en Cataluña, 1.028 millones de los 2.276 presupuestados, frente al 81% que, recordó, se materializó en 2017 bajo un Gobierno del PP.
Feijóo acusó al Ejecutivo de Salvador Illa de no haber eliminado ninguno de los 15 tributos propios catalanes, «cuatro veces más que la media de las comunidades gobernadas por el PP», y advirtió de que esa alta fiscalidad asfixia a las rentas medias del país. Para el líder popular, la prioridad debe ser su recuperación, frente a la política actual, que a su juicio «lleva a su extinción».
«Eso es hacer crecer la economía. No vender como un éxito que cada vez haya más españoles que necesitan un ingreso mínimo para subsistir ni felicitarse de que uno de cada cinco trabajadores cobre el salario mínimo. No quiero ser un presidente que reparta miseria, quiero ser un presidente que ayude a generar riqueza», afirmó el líder popular.
En el terreno laboral, reclamó un diálogo real con empresarios y trabajadores sobre la reducción de la jornada laboral, advirtiendo de que no puede plantearse sin tener en cuenta la productividad ni la competitividad de las empresas. «Allí donde un ciudadano ve la oportunidad de prosperar, el Gobierno ve la oportunidad de regular y hacer caja», reprochó.
Además, el líder del PP aprovechó su visita a Barcelona para cargar también contra Pedro Sánchez, al que acusó de incumplir su deber constitucional de presentar los Presupuestos Generales del Estado. Una decisión, dijo, que repercute en las cuentas autonómicas, las políticas de empleo y las inversiones en infraestructuras y vivienda.
Feijóo denunció que el Ejecutivo socialista «no tiene mayoría parlamentaria ni social, está sometido al chantaje de sus socios y ha llevado a España a un aislamiento internacional progresivo», con complicidades con Venezuela y sin peso en los grandes debates europeos. «En España no hay lawfare, lo que hay es un presidente y un entorno que son noticia internacional por su corrupción», sentenció.
Convencido de sus opciones, aseguró que el PP ganará las próximas elecciones generales «con la suficiente contundencia para gobernar de forma incuestionable». Si ese pronóstico se cumple, prometió que España será «un socio creíble, estable y pujante» dentro de la UE y la OTAN. «Dejaremos de ser un problema para Europa y pasaremos a ser parte de la solución, y este cambio solo puede venir del PP», concluyó.
La inmigración
Por otro lado, Feijóo advirtió de que una inmigración mal gestionada genera «conflictos, división y precariedad». Reclamó controles eficaces en la frontera sur, recordando que la entrada en España supone acceso a toda la UE. Frente al modelo actual, defendió un enfoque de «sentido común» que combine el control de las mafias y los retornos efectivos con la integración a través del empleo.
Subrayó también que Europa afronta «amenazas externas nunca vistas», desde la guerra en Ucrania hasta la desinformación y el crimen organizado, y pidió más inversión en seguridad y defensa frente a una Rusia que, según dijo, «pone a prueba a Europa» con cada incursión.
En materia de competitividad, ha pedido apoyar inversiones estratégicas en sectores "críticos" como la tecnología, la innovación y la ciencia; mayor soberanía energética para no depender de terceros; simplificación administrativa, y convertir Europa en una potencia industrial continental.
Sobre reto demográfico, ha llamado a "garantizar la prosperidad futura de la sociedad europea con clases medias fuertes y con familias con hogares, no con profesionales precarios que no pueden comprar ni una casa ni tampoco formar una familia".
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