
Debate de Política General
Illa lanza un gran plan de vivienda para tapar su falta de presupuestos
El presidente de la Generalitat anunció 210.000 nuevos pisos, defiendió la estabilidad del Govern y apeló a la seguridad como política de «izquierdas»

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, aprovechó su segundo Debate de Política General (DPG) para desplegar un catálogo de anuncios ambiciosos, especialmente en materia de vivienda, y reivindicar la estabilidad institucional de su Govern. Sin embargo, el dirigente socialistapasó de puntillas por la cuestión del financiamiento singular y los presupuestos, el gran escollo que sigue bloqueando el entendimiento con ERC y los Comuns.
Illa prometió movilizar todo el suelo disponible en Cataluña con el objetivo de construir hasta 210.000 viviendas, de las cuales entre el 40% y el 50% serán de protección oficial. El líder del Govern llamó a alcanzar un «acuerdo de país» para hacer realidad el plan, basado en la colaboración entre administraciones, promotores privados y tercer sector. «Haremos vivienda en Cataluña, porque nos lo pide toda la ciudadanía», ha proclamado el president, que ha defendido que el acceso a la vivienda debe ser «la gran prioridad social de esta década».
El líder socialista detalló que su Govern ha identificado tres niveles de suelo edificable según el estado del planeamiento urbanístico: 21.700 viviendas podrían iniciarse de forma inmediata, otras 32.000 están en fase de gestión, y un tercer bloque, mucho mayor, entre 110.000 y 160.000 pisos, dependerá del avance de los municipios. En total, el objetivo es que antes de 2030 se haya activado toda la maquinaria urbanística.
Esta iniciativa se impulsará en paralelo al plan público de 50.000 viviendas hasta 2030, que Illa anunció en el DPG del año pasado y que ya está en marcha. Según explicó, la mitad de esos pisos estarán «en alguna fase de producción» durante el próximo año. El nuevo proyecto, sin embargo, busca acelerar los tiempos mediante la reducción de trámites y un «nuevo cambio de paradigma en urbanismo» para facilitar la construcción de vivienda y la licencia de obras a los promotores.
Economía
El president reivindicó que la economía catalana «está en marcha», con un PIB que ha crecido por encima de la media española y un déficit que se ha reducido al 0,4%. También prometió unas inversiones «récord» de 3.000 millones de euros en 2025. «Con las inversiones dotaremos de infraestructuras y servicios básicos a un país pensado para seis millones de habitantes que hoy tiene ocho», defendió Illa, quien centró parte de su discurso en la necesidad de mejorar las infraestructuras para que los catalanes puedan gozar de buenos servicios públicos. También habló del retorno de empresas a Cataluña, del anuncio de la ampliación del aeropuerto y de la importancia de seguir generando prosperidad para, dijo, después poder «repartirla» y reducir las desigualdades.
Sin embargo, poco dijo sobre el nuevo modelo de financiación o los presupuestos de 2026, las dos principales piedras en su zapato. El discurso, que se prolongó durante más de hora y media, eludió concreciones sobre cómo pretende el Govern cumplir sus compromisos. Illa se limitó a destacar «los acuerdos alcanzados con ERC y los Comuns» y reiteró su intención de «cumplirlos íntegramente», asegurando que presentará «una propuesta de financiación cuando finalicen los trabajos internos.
El president reclamó altura de miras e insistió en que esa propuesta se hará «desde la serenidad, sin ir contra nadie». También pidió la colaboración del Parlament para aprobar los presupuestos «lo antes posible». No obstante, Illa sabe que sin una concreción real sobre la financiación difícilmente obtendrá los votos necesarios para aprobar las cuentas.
Illa también puso el acento en la seguridad y las políticas sociales, recordando la incorporación de 5.000 nuevos Mossos d’Esquadra, la creación de 60 juzgados y el impulso del Plan de Barrios. Además, ha anunciado ocho nuevas residencias públicas y 6.000 plazas concertadas para personas mayores y con discapacidad, así como un aumento del 50% en las plazas de Medicina de aquí a 2031.
En el terreno político, el líder del PSC apeló a la «colaboración institucional» y recordó que en la Cámara «falta gente: los diputados Carles Puigdemont y Lluís Puig», en alusión a la aplicación de la ley de amnistía. Reivindicó que su Govern ha «recuperado la institucionalidad» y ha hecho frente «a las urgencias del país» en materia de agua y energía.
El debate dejó claro que Illa busca consolidar su imagen de gestor, capaz de ofrecer soluciones a los problemas cotidianos. Sin embargo, su discurso evidenció el talón de Aquiles de su proyecto: sin una reforma del modelo de financiación que satisfaga a ERC, será muy difícil que la formación republicana negocie los presupuestos de 2026, dejándo a Illa sin cuentas por segundo año consecutivo.
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