Llegan a Barcelona los turistas atrapados por el fuego cruzado en Etiopía

Un grupo de turistas catalanes ha enfrentado un inesperado revés en su viaje, tras pasar diez días atrapados en Etiopía, al perder su vuelo de retorno a Barcelona. La situación, derivada de una serie de complicaciones en el itinerario, ha generado preocupación entre los viajeros. Esta tarde, sin embargo, han conseguido llegar a la capital catalana sanos y salvos.

El grupo, compuesto por 19 personas procedentes de diversas regiones del España, había programado su regreso para la mañana de este lunes en el Aeropuerto del Prat. Sin embargo, un retraso en el vuelo desde Adís Abeba, la capital de Etiopía, hacia Estambul, ha resultado en la pérdida de la conexión que les llevaría de regreso a casa, según ha informado la agencia de viajes Kananga.

Los 10 viajeros catalanes afectados por esta situación aterrizaron en la capital catalana aproximadamente a las 19:45 hora. Mientras tanto, aquellos con destino a Madrid y Valencia lograron llegar a sus respectivas ciudades tal como se había planificado.

Este episodio de contratiempos comenzó hace diez días, cuando el grupo quedó varado en un hostal en Etiopía debido al estallido de violencia entre milicias regionales y el ejército en la región de Amhara. Tras enfrentar dificultades en la zona conflictiva, fueron evacuados a una base militar el pasado viernes y, posteriormente, trasladados a Adís Abeba. Inicialmente, se consideró la opción de una evacuación terrestre para sacarlos de la zona en conflicto, pero finalmente se optó por una evacuación aérea, liderada por fuerzas estatales etíopes en colaboración con gestiones locales de Daniel Abate, un contacto de la agencia especializada en viajes africanos.

Núria Giménez, una miembro del grupo, se convirtió en la voz de los afectados, manteniendo contacto con los medios y detallando las dificultades que enfrentaron durante su estancia en Etiopía. En sus declaraciones, Giménez destacó la importancia de la evacuación, ya que el itinerario de su viaje estaba programado hasta el 5 de agosto, y la medicación preventiva para la malaria que llevaban solo cubría hasta esa fecha.

La situación ha llevado a cuestionamientos y críticas hacia las instituciones por parte de los afectados. Núria Giménez denunció la falta de ayuda de la embajada, el consulado, el Gobierno, la Comunidad Europea y las Naciones Unidas. La percepción de abandono fue acentuada por el hecho de que la evacuación fue posibilitada gracias a gestiones de una persona influyente en Etiopía, en lugar de una acción coordinada por las autoridades gubernamentales.

Desde el Ministerio de Exteriores del Gobierno español se indicó que la operación de evacuación fue el resultado de intensas negociaciones con altos funcionarios etíopes, incluido el consejero de Seguridad del primer ministro. La protección del grupo y el uso de un helicóptero militar para la evacuación aérea se coordinaron después de que se determinara que la vía terrestre no era viable debido a cortes de carretera y la presencia de milicianos y bandas criminales. La colaboración con las fuerzas etíopes permitió el traslado exitoso del grupo desde Bahir Dar.