Se llevó una piedra costera de recuerdo y un año después resultó ser una granada

Un momento de inocencia infantil estuvo a punto de convertirse en una tragedia. Durante un día de juego en la playa, una niña recogió una piedra que guardó como recuerdo de su jornada. Sin saberlo, había encontrado un objeto potencialmente mortal que pasó desapercibido hasta que su madre lo inspeccionó con detalle y se reveló su peligroso secreto: se trataba de una granada.

Meses después del hallazgo, la familia descubrió que la piedra escondía en su interior una granada, lo que provocó una inmediata movilización de los servicios de emergencia para garantizar la seguridad de todos. Los Mossos d'Esquadra activaron de inmediato su protocolo de emergencia, enviando a un equipo especializado de Tedax para desactivar el artefacto explosivo y tras la intervención de los técnicos, el riesgo quedó neutralizado sin mayores consecuencias demostrando la importancia de una respuesta rápida y eficaz ante este tipo de situaciones.

Un riesgo latente en zonas costeras

La presencia de artefactos explosivos en entornos naturales representa un peligro silente que puede pasar desapercibido para los más pequeños. Niños que recogen piedras, conchas o cualquier objeto durante sus momentos de juego pueden encontrarse accidentalmente con restos de conflictos pasados, sin ser conscientes del riesgo que representan.

Puesto que los restos de antiguos conflictos bélicos pueden permanecer ocultos durante décadas, esperando ser accidentalmente descubiertos por personas ajenas a su origen y peligrosidad, las autoridades insisten en un mensaje crucial: ante cualquier objeto sospechoso, la recomendación es no manipularlo y contactar inmediatamente con los servicios de emergencia. La rápida intervención de los profesionales puede marcar la diferencia entre un incidente controlado y una potencial tragedia.