60 años después
Lluvia de críticas a Barcelona por la gestión de La Vuelta: "Era para matarnos"
La falta de previsión por las precipitaciones, la oscuridad y las chinchetas deslucieron unas etapas que prometía ser la carta de presentación para el Tour de Francia y la Copa América de Vela
Barcelona presentaba sus mejores galas para organizar la primera prueba de La Vuelta a España, tras más de 60 años de ausencia, con una contrarreloj ciclista que cruzaba todo el centro de la ciudad. Pero una tormenta de verano encapotó el cielo rápidamente y la lluvia y la oscuridad deslucieron la publicidad internacional que prometía el evento deportivo. Las quejas de participantes de élite, como Remco Evenepoel, han puesto bajo el foco mediático la gestión del Ayuntamiento.
Uno de los más críticos ha estado Juan Ayuso, corredor del UAE Team Emirates, que se ha mostrado muy enfadado con los hechos que pasaron ayer en la etapa entre Mataró y Barcelona: «He pinchado tres veces, pero una de ellas ha estado porque alguien ha decidido poner unos clavos en la carretera, así que muchas gracias a esta persona, hemos sido varios con el mismo problema, los ha puesto en la entrada de una curva, para, no sé, para matarnos».
La contrarreloj inicial de la 78 edición de la Vuelta finalizó con algunos equipos llegando a meta a oscuras por la tormenta de agua que acompañó a los equipos durante toda la tarde.
Otra de las otras voces críticas ha sido Marc Soler, compañero de Ayuso en el UAE Team Emirates: «Sabe mal decirlo, porque salimos desde casa, de Barcelona, pero creo que no es el mejor inicio por parte de la organización». También ha lamentado la decisión de cambiar el recorrido final de la segunda etapa: «Es una decisión inútil, no sé por qué tenemos representantes los corredores, quizás pierdes espectáculo, pero yendo recto en una carretera amplia no puede haber peligro y al final nos ponen en una gincana que acaba siendo lo mismo, solo evitas la última bajada que sí que es muy peligrosa, pero el resto de la carrera es el mismo». El esloveno Primoz Roglic se tomó el lance con algo más de humor. «La rampa de salida me recordó a cuando hacía saltos de esquí», señaló el triple ganador de la Vuelta.
El director de La Vuelta, Javier Guillén, no obstante, consideró ayer que el Ayuntamiento de Barcelona no es responsable de los problemas de la falta de luz durante la contrarreloj que dio el pistoletazo de salida a la carrera el pasado sábado. En una entrevista en RAC1, Guillén exculpó al consistorio y atribuyó la situación a una meteorología imprevisible, un argumento similar al que ha utilizado el propio Ayuntamiento tras las críticas recibidas. De hecho, señaló que aunque se hubieran encendido las luces de las calles tampoco habrían sido suficientes.
Sobre la presencia de chinchetas en la carretera, tampoco quiso echar más leña en el fuego. Aseguró que estas cosas no pueden evitarse y que es imposible tenerlo todo controlado en los 180 kilómetros de recorrido de La Vuelta. «¿Quién puede evitar que un señor escondido quiera echar estas chinchetas? Es imposible que en la vía pública lo haga alguien esto», afirmó. Polémicas al margen, el director de La Vuelta alabó la respuesta del público barcelonés y también ha asegurado que Barcelona se lo puso todo muy fácil. De hecho, incluso afirmó que la ciudad está preparada para acoger una etapa del Tour de Francia, al igual que cualquier otro gran evento deportivo.
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