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El Parlament oficializa la ruptura del "52%" independentista dos años después de las elecciones

Primer paso de los Presupuestos de ERC-PSC y Comunes ante Junts y la CUP

GRAFCAT6063. BARCELONA, 14/02/2023.- El presidente catalán, Pere Aragonès, durante el debate de totalidad del proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat para 2023 y de la ley de acompañamiento, que se celebra este martes en el Parlament de Cataluña. EFE/Quique García
Debate de la Ley de Presupuestos en el ParlamentQuique GarcíaAgencia EFE

Mientras la principal dirigente de Junts, Laura Borràs, se sentaba de nuevo en el banquillo de los acusados, el Parlament oficializaba la ruptura del independentismo con la primera votación sobre los Presupuestos de la Generalitat pactados entre ERC, PSC y los Comunes. En concreto, la Cámara dio luz verde a la tramitación de las cuentas para 2023 con los 74 votos de los republicanos, los socialistas y En Comú Podem, una mayoría que rompe los bloques que habían caracterizado la política catalana en los últimos años del «procés».

El Govern, con el apoyo del PSC y los Comunes, tumbó las enmiendas a la totalidad presentadas por Junts, Vox, CUP, Ciudadanos y PP, por lo que el proyecto presupuestario inicia ahora su tramitación, que está previsto que culmine con la aprobación definitiva de las cuentas en el pleno el próximo 10 de marzo. La misma mayoría sirvió para impulsar también el proyecto de ley de medidas fiscales, financieras, administrativas y del sector público, conocida como ley de acompañamiento.

La sesión de este martes estuvo protagonizada por los choques entre Junts y ERC, una constante en todas las intervenciones y réplicas de sus portavoces en la Cámara. En una de ellas, la dirigente posconvergente Mònica Sales aseguró que la enmienda a la totalidad presentada por su grupo «responde a la deriva política del president y de su Govern», a quienes acusó de haber «renunciado al 52 %» independentista reflejado en las elecciones del 14 de febrero de 2021.

Por su parte, la portavoz republicana Marta Vilalta culpó con dureza a los posconvergentes de presentar solo por «puro interés particular» una enmienda a la totalidad que buscaba «privar a la gente de vivir mejor» y que tenía el único objetivo de «desgastar» al presidente de la Generalitat y a su Ejecutivo.