Cataluña

El PSC, prisionero de María Jesús Montero

La presentación del modelo de financiación depende de los tiempos de la ministra de Hacienda, y de ese acuerdo dependen los presupuestos catalanes

La viceprimera secretaria y portavoz del PSC, Lluïsa Moret, en una rueda de prensa desde la sede del partido EUROPA PRESS 13/10/2025
La viceprimera secretaria y portavoz del PSC, Lluïsa MoretEUROPA PRESSEuropa Press

El futuro de los presupuestos de la Generalitat está, hoy por hoy, en manos del Ministerio de Hacienda.Hasta que la ministra no mueva ficha en la negociación sobre la financiación singular, ERC no abrirá la puerta a negociar las cuentas catalanas. Los republicanos lo repiten con la paciencia del que sabe que el tiempo juega a su favor. «A día de hoy, el hecho de que no haya más noticias es una buena noticia», admitía este lunes el portavoz de ERC, Isaac Albert. «Estamos en el proceso de seguir negociando para conseguir el mejor sistema de financiación para Cataluña», añadió, dejando claro que los avances no serán públicos hasta que haya resultados reales. En otras palabras: mientras Montero no cierre los detalles del nuevo modelo, la negociación presupuestaria está congelada. Además, Albert lo ha dicho claro: "para aprobar las cuentas, el Govern necesita unos votos que, hoy por hoy, todavía no tiene".

ERC marca el paso

ERC mantiene su posición de fuerza. Su prioridad sigue siendo lograr un modelo de financiación singular para Cataluña, con mayor capacidad recaudatoria, especialmente sobre el IRPF, y con una aplicación del principio de ordinalidad, que evite que las comunidades que más aportan salgan perjudicadas. Los republicanos no se conforman con inyecciones puntuales de recursos: quieren que el modelo blinde los ingresos y corrija el déficit estructural, que la Generalitat cifra en unos 22.000 millones de euros anuales.

En ese contexto, las palabras de Albert tienen una lectura clara. «Los calendarios han variado muchísimo, pero mientras sigamos negociando quiere decir que vamos avanzando», afirmó. ERC no tiene prisa, pero tampoco piensa regalar sus votos para los presupuestos si no obtiene garantías de que la financiación será una realidad. El Govern, con Illa al frente, necesita esos votos para aprobar las cuentas. Pero la llave la tiene Montero. Si Hacienda no define el nuevo modelo, el PSC quedará atrapado en un bucle político: sin avances en financiación, no habrá apoyo de ERC, y sin apoyo de ERC, no habrá presupuestos.

La cautela del PSC

Desde el PSC tratan de evitar la imagen de parálisis. «No está paralizada la cuestión de los presupuestos», defendió la portavoz del partido, Lluïsa Moret, tras las últimas reuniones de coordinación. Según dijo, «seguimos trabajando intensamente en nuestros espacios de coordinación y de trabajo conjunto, especialmente con ERC y los Comuns».

Moret insistió en presentar el proceso como una negociación «intensa, fructífera y propositiva», aunque reconoció que los temas sobre la mesa «son cambios estructurales respecto a cuestiones clave», como la financiación, que requieren «el tiempo necesario para que los resultados sean solventes». Una fórmula diplomática para admitir que el Govern catalán no controla los plazos.

La dirigente socialista evitó hablar de fechas o compromisos concretos. «Preferimos que se den los tiempos necesarios para que los resultados sean aquellos que han de generar los cambios necesarios», zanjó. Su mensaje encaja con el del propio Illa, que intenta mantener un equilibrio complejo: por un lado, exhibir coordinación con el Gobierno central; por otro, demostrar autonomía frente a Moncloa.

Los escollos

Mientras tanto, la parte técnica del debate continúa bloqueando cualquier acuerdo. El criterio de la «población ajustada», que pondera la población real de cada territorio según factores como la dispersión, la superficie o el envejecimiento, es el punto más espinoso de la negociación

Cataluña, con mucha población y poca extensión territorial, sale perjudicada con los criterios actuales, que dan más peso a las variables que favorecen a comunidades como Castilla y León o Andalucía. ERC exige que el nuevo sistema refleje de forma más fiel la realidad demográfica y económica catalana, y reclama que el peso de la población gane terreno frente a la superficie o la dispersión.

El PSC, sin embargo, evita entrar en ese detalle. Moret se limitó a señalar que el modelo en discusión «no solo hace referencia a una cifra, sino a los aspectos estructurales que han de sustentar la aplicación de esta nueva manera de enfocar los aspectos económicos de Cataluña». También subrayó que uno de los elementos esenciales será permitir a la Generalitat «recaudar los impuestos necesarios, especialmente el IRPF, que es una de las piezas importantes.