
Polémica
Vídeo: vecinos del Gòtic (Barcelona) frustran un nuevo intento de okupación con caceroladas y lanzando objetos desde los balcones
El vídeo del enfrentamiento se viraliza en redes y muestra la desesperación vecinal ante la impunidad de okupas reincidentes que aterrorizan al barrio

Cacerolas, gritos y objetos volando desde los balcones. Así recibieron los vecinos del barrio Gòtic a dos okupas reincidentes que intentaban acceder de nuevo a un local que ya había sido desalojado por la policía días antes. El vídeo del momento, grabado por uno de los residentes y compartido en redes sociales, ha corrido como la pólvora, generando indignación, aplausos al vecindario y nuevas alertas sobre el auge de la criminalidad en el corazón de Ciutat Vella.
Los hechos ocurrieron en la calle Còdols, a pocos pasos de la plaza de la Mercè y la calle Ample. Un enclave del Gòtic donde, según los vecinos, la convivencia con determinados grupos de okupas se ha vuelto insostenible. No se trata de familias vulnerables ni personas sin recursos: se acusa a los okupas de utilizar los locales como base para cometer robos, especialmente a turistas, y de vivir con total impunidad, amparados por una puerta cerrada y una justicia lenta.
De la olla al antidisturbio
La situación estalló cuando los antiguos inquilinos ilegales del local, desalojados recientemente tras protagonizar otro episodio violento (uno de ellos llegó a salir a la calle con un machete), intentaron volver a okupar el espacio. La respuesta vecinal fue inmediata: al grito de “¡Fuera!”, comenzaron a sonar cacerolas desde las ventanas mientras llovían tazas, botellas de plástico y otros objetos improvisados sobre los presuntos okupas.
La escena fue grabada y rápidamente se hizo viral. En el vídeo, se observa a los okupas intentando entrar mientras los vecinos, desde varios pisos, los increpan y les lanzan objetos.
Ante la tensión, varios vecinos llamaron al 112. Poco después, los Mossos d’Esquadra y la Guàrdia Urbana desplegaron unidades antidisturbios en la calle, incluyendo efectivos de orden público y la unidad UREP. Los dos hombres fueron retenidos e identificados, pero no detenidos, según confirmaron fuentes policiales.
Una tendencia que se repite
La escena no es un caso aislado. En los últimos días, se han producido incidentes similares en Sabadell y la Barceloneta. En todos ellos se repite el patrón: okupas reincidentes vinculados a robos violentos, vecindarios hartos y respuestas que bordean los límites de la legalidad, pero que los residentes justifican como única defensa ante una situación que califican de abandono institucional.
El caso del Gòtic reabre el debate sobre la gestión de la ocupación ilegal, la convivencia en barrios tensionados y el papel de los vecinos ante la falta de respuestas eficaces por parte de la administración. Mientras tanto, en la calle Còdols, las cacerolas siguen cerca de la ventana. Por si acaso.
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