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DALL-E: la inteligencia artificial que podría reemplazar a los ilustradores, modistas, diseñadores de interior...

OpenAI ha anunciado un nuevo hito tecnológico, una inteligencia artificial capaz de “imaginar” casi cualquier cosa y que podría cambiar la industria de la ilustración y la fotografía como la conocemos.

Ejemplos del funcionamiento de DALL-E, la nueva inteligencia artificial de OpenAI.
Ejemplos del funcionamiento de DALL-E, la nueva inteligencia artificial de OpenAI.DALL-ECreative Commons

Las máquinas nos quitan el trabajo. Ya se escuchaban estas consignas cuando comenzó a mecanizarse la producción de objetos relativamente básicos. La mano de obra humana era sustituible por artilugios más baratos, más resistentes y que no pretendían sindicarse. Aquello pareció el fin del mundo cuando, a principios del siglo XIX, el ludismo decidió alzarse contra la tecnificación. Al menos, nos consolábamos pensando que los trabajos creativos, aquellos más humanos, serían insustituibles. Siempre habría una fortaleza laboral en el que refugiar a nuestra especie, una tarea fundamental que las máquinas no puedan imitar ¿no? Doscientos años después seguimos temiendo lo mismo, el ludismo ha dado paso al neoludismo y la inteligencia artificial ha sitiado nuestro último bastión, en pocos años muchos trabajos creativos serán tan suyos como la producción en cadena.

Ya habíamos oído hablar sobre inteligencias artificiales capaces de transformar fotografías en cuadros de distintos estilos pictóricos, diseñadas para crear rostros que realmente no existen o componer música. Una de las noticias más importantes de 2020 fue el anuncio de GPT3, una inteligencia artificial de OpenAI con la habilidad de escribir artículos enteros, imitar a personas e incluso transformar el lenguaje natural (inglés en este caso) en lenguaje de programación, haciendo posible que cualquier persona programara lo básico en su lengua materna y sin ningún conocimiento previo. Pues bien 2021 ha empezado fuerte y en la primera quincena del año se ha revelado lo que, posiblemente, vaya a ser una de las noticias más relevantes del año.

La poderosa mente humana

Imagina una vaca jugando al béisbol en un helipuerto, ahora imagina un árbol azul hecho de lana y cuyas hojas fueran albóndigas. Lo más seguro es que no te haya supuesto un gran problema imaginar todo esto, a tu cerebro no le importa que no hayas visto antes nada parecido, es capaz de combinar, variar y escalar lo que conoce creando casi cualquier cosa en cuestión de milésimas de segundo.

Este es uno de los ejemplos más sencillos para experimentar la potencia de nuestra mente y, hasta ahora, era una de esas cosas que nos diferenciaba cuantitativamente de animales y máquinas. No obstante, OpenAI ha puesto fin a todo esto. Tras su exitoso GPT3, acaban de presentar DALL-E, una inteligencia artificial a la que solo hace falta pedirle lo que quieras que represente. No importa el estilo del dibujo, el tipo de fotografía o la combinación de elementos que solicites, será capaz de devolverte un resultado casi perfecto.

Y no se limita solo a combinar elementos como si de un bodegón se tratara, puede fundir conceptos como haría un buen ilustrador. Un cubo hecho de puercoespines, una silla con forma de aguacate o un ser mitad caracol y mitad lira, son tan solo algunos de los muchos ejemplos que ha mostrado OpenAI y que, sin lugar a duda, han dejado con la boca abierta a aficionados y expertos. Si no te maravilla y preocupa a partes iguales es, posiblemente, porque pienses que se limita a transformar imágenes ya existentes, que toma una imagen original y la adapta, pero no, en absoluto. De hecho, la imagen que devuelve es tan original como la que más.

Ejemplos obtenidos con la nueva inteligencia artificial de OpenAI.
Ejemplos obtenidos con la nueva inteligencia artificial de OpenAI.DALL-ECreative Commons

¿El fin de las profesiones creativas?

Lo que estas inteligencias artificiales hacen es “aprender” a asociar conceptos con ciertos patrones. OpenAI ha sido entrenada con una cantidad realmente abrumadora de imágenes emparejadas con un texto que las describe. Tras ver muchos elefantes diferentes, por ejemplo, la IA encuentra distribuciones de píxeles más o menos similares y constantes que relacionará con el concepto elefante. Tal vez, para nosotros sea una suerte de trompa, pero no olvidemos que, para ellas, que están formadas por puras operaciones matemáticas sin consciencia ni voluntad, no son más que números. Y aquí está la clave de OpenAI, porque si bien utilizan el último grito en Inteligencias Artificiales transformers (que así se llaman) lo realmente distintivo ha sido el abrumador número de ejemplos con el que se han podido permitir entrenar a la IA.

Y hay más, porque el resultado no solo crea, sino que parece capaz de resolver cuestionarios de inteligencia basados en secuencias de figuras geométricas que han de ser completadas, como las matrices progresivas de Raven. Puede decorar interiores y producir nueva ropa. Y estas son solo algunas de las posibilidades conocidas, por lo que es de esperar que se amplíen a medida que experimentemos con ella, como sucedió con GPT3.

Ejemplos del funcionamiento de DALL-E, la nueva inteligencia artificial de OpenAI.
Ejemplos del funcionamiento de DALL-E, la nueva inteligencia artificial de OpenAI.DALL-ECreative Commons

Sin embargo, si bien GPT3 se abrió para que un pequeño número de usuarios pudieran probarlo, es posible que DALL-E no siga el mismo camino por, entre otras cosas, la revolución económica que puede significar para la industria de la ilustración. No acabará a corto plazo con los ilustradores, pero es muy posible que deban adaptar sus competencias. Llegará el día en que una inteligencia artificial escriba una buena novela de ficción ella sola, llegará la primera película enteramente creada con una inteligencia artificial e incluso aparezca un superéxito musical compuesto e interpretado por una máquina. La pregunta no es si ocurrirá, sino cuándo y si estaremos preparados para las implicaciones que traerá consigo.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Sin lugar a duda, esta tecnología abre la posibilidad a aplicaciones que exploran los límites de la ética y la legalidad. Sin ir más lejos, durante los últimos meses se han hecho famosos los deep fakes. Estos consisten en sustituir la cara de alguien en un vídeo por la de otra persona. Esto ha dado lugar a noticias falsas e incluso a la creación de plataformas de pornografía que sustituyen la cara de sus vídeos por la de actores y actrices famosos. La tecnología de DALL-E, con su poder creativo, podría ser usado en esta misma línea, pero incluso con más flexibilidad, generando contenido totalmente nuevo, con el peligro de poder ser usado, por ejemplo, para generar pornografía infantil. Las implicaciones éticas y legales de estos extremos tan polémicos están siendo estudiadas por expertos para tratar de que el progreso tecnológico no desborde a nuestro progreso como sociedad.

REFERENCIAS (MLA):