Cosmos
¿Adiós a la sonda Voyager 1? Ya no transmite datos
La antigüedad y el hardware de la nave espacial presentan un conjunto único de desafíos que podrían no tener solución.
Fueron nuestras primeras palabras al universo. Tanto la Voyager 1, como su gemela la Voyager 2, se lanzaron en 1977 y han estado operativas por más tiempo que cualquier otra nave espacial en la historia. Ambas se encuentran en el espacio interestelar, acercándose a toda velocidad al cosmos a más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra. Y parece ser que podríamos habernos “quedado mudos” de una de estas voces.
La sonda Voyager 1 de la NASA actualmente no puede transmitir ningún dato científico o de sistemas a la Tierra. La nave espacial de 46 años es capaz de recibir órdenes, pero parece haber surgido un problema con sus ordenadores.
El sistema de datos de vuelo (FDS por sus siglas en inglés) de la Voyager 1, que recoge información de ingeniería a bordo y datos de los instrumentos científicos de la nave espacial, ya no se comunica con la unidad de telecomunicaciones (TMU) de la sonda, según un comunicado de la NASA.
Cuando funciona correctamente, el FDS recoge la información de la nave espacial en un paquete de datos, que luego se transmite a la Tierra mediante la TMU. Últimamente, ese paquete de datos se ha "atascado - según la NASA -, transmitiendo un patrón repetitivo de unos y ceros". El equipo de ingeniería de la Voyager rastreó el problema hasta el FDS, pero podrían pasar semanas antes de que se encuentre una solución.
Una de las dificultades a la que se enfrentan los expertos es la distancia: las sondas están tan lejos que se necesita casi un día (22,5 horas) para que una transmisión llegue a la nave espacial, y otro día para recibir algún tipo de respuesta. Una única comunicación de ida y vuelta con la Voyager 1 tarda 45 horas. Por lo tanto, siempre que los ingenieros de la NASA puedan enviar una solución para el FDS de la sonda, tendrán que esperar hasta el día siguiente para saber si funciona.
A eso hay que sumarle primero que a veces se trata de ensayo y error: la solución no es tan simple como encender y apagar el sistema nuevamente (lo intentaron, pero no funcionó). La antigüedad y el hardware de la nave espacial presentan un conjunto único de desafíos. Los técnicos de la NASA deben trabajar dentro del marco y la tecnología disponibles para sus predecesores en la década de 1970, lo que a veces obliga a implementar algunas soluciones creativas en el software.
Y, por si fuera poco, no se trata del primer problema que experimenta la Voyager 1 en los últimos años. En mayo de 2022 se detectaron problemas con el sistema de control y articulación de actitud (AACS) de la sonda, que persistieron transmitiendo datos de telemetría sin sentido durante varios meses antes de que se encontrara una solución alternativa.
En octubre de 2023 se produjo otra actualización, con un parche de software para ayudar a resolver ese problema y también evitar la acumulación de residuos en los propulsores de las sondas. Pero este tipo de actualizaciones no llegan rápidamente. La NASA aclara que "encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan las sondas a menudo implica consultar documentos originales de décadas de antigüedad escritos por ingenieros que no anticiparon los problemas que surgen hoy. Como resultado, al equipo le lleva tiempo comprender cómo funciona y cómo afectará a toda la sonda. Lo que arreglan hoy puede provocar un problema en unas semanas o meses”.
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